Lectura del día: Ex. 36:8 a 38:31
Verso Central Éxodo 36:1
"Así, pues, Bezalel y Aholiab llevarán a cabo los trabajos para el servicio del santuario, tal y como el Señor lo ha ordenado, junto con todos los que tengan ese mismo espíritu artístico, y a quienes el Señor haya dado pericia y habilidad para realizar toda la obra del servicio del santuario." (NVI)
El deseo profundo de Dios es
tener comunión con su pueblo. Cada uno de los artículos del tabernáculo comunica
este mensaje. No solamente en su fabricación, sino aun en el detalle de su formación,
así como los materiales que se usaron para la fabricación de los mismos. Todos
los artículos que constituían el tabernáculo tenían este mensaje en común; El
Dios santo y todopoderoso desea apasionadamente tener comunión con sus hijos.
Cada pieza del tabernáculo, declaraba su intención, de estar en medio de su
pueblo. Pero, dado que el pueblo era pecador, y Dios es santo la única manera que
el pueblo pudiera acercarse a Dios, era a través de los sacrificios que Dios prescribió
para que el pecado del pueblo fuera perdonado. La iniciativa de acercarse, y de
tener comunión, dio comienzo en Dios, y él es el que provee lo necesario para
estar cerca de sus hijos. La razón porque Dios toma la iniciativa de acercarse
a sus hijos nace de su profundo e inquebrantable amor que tiene por nosotros.
También, en forma general todos los elementos del tabernáculo eran sombra, o
figura del propósito de Dios en Cristo Jesús. Cada uno de los elementos, desde
la mesa de los holocaustos, hasta la mesa de los panes de preposición, así como
el candelabro, y todos los demás elementos nos hablan de Jesús y de su misión.
Jesús mismo declaro que él había venido para dar a conocer el amor del Padre, y
para darnos a conocer el camino al Padre. Jesús dijo, —Yo soy el camino, la verdad y la vida —le contestó Jesús—. Nadie llega al
Padre sino por mí. Si realmente me conocierais, conoceríais también a mi
Padre. Y ya desde este momento lo conocéis y lo habéis visto. (Juan 14:6-7 BAD) Hasta que Jesús se encarno, Dios se
había revelado a la humanidad por medio de la creación, por medio de los
profetas, y de los escritos de la ley. También, hasta los días de Jesús, la
manera de alcanzar la gracia de Dios para tener comunión con él era a través practicar
con fe sacrificios, y ritos prescritos en la ley, pero en la persona de Jesús
Dios no solamente se rebeló su voluntad, y nos mostró el carácter, y el corazón
de Dios, y vino a ser el nuevo camino al Padre.
En cierta forma podemos ver a Jesús
como el nuevo “tabernáculo” donde Dios mismo vino a morar en medio de su
pueblo, para darnos a conocer al Dios verdadero. Jesús es la revelación
perfecta de Dios. El apóstol Juan en su evangelio lo describe de la siguiente
forma, De su
plenitud todos hemos recibido gracia sobre gracia, pues la ley fue dada por
medio de Moisés, mientras que la gracia y la verdad nos han llegado por medio
de Jesucristo. A Dios nadie lo ha visto nunca; el Hijo unigénito, que es Dios y
que vive en unión íntima con el Padre, nos lo ha dado a conocer. (Juan 1:16-18 NVI) En la persona de Jesús nosotros podemos ver claramente el
corazón de Dios; Un Dios que ama tanto al ser humano que no estuvo dispuesto a
verlo perdido por la eternidad, sino que envió a su hijo para que por medio de
su sacrificio poder restaurar a la humanidad a la comunión con su creador. De
nuevo Juan declara en su carta, Así manifestó Dios su amor entre nosotros: en que envió a
su Hijo unigénito al mundo para que vivamos por medio de él. En esto consiste
el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó y
envió a su Hijo para que fuera ofrecido como sacrificio por el perdón de
nuestros pecados. (1 Juan 4:9-10 NVI) Por último, a través de Jesús Dios nos revela una faceta de Dios que hasta
sus días era desconocida, Jesús nos revelo a Dios como padre. Ahora las
personas que reciben a Jesús se les dan el derecho de ser llamados hijos de
Dios. Nuestro origen está en Dios, quien es nuestro padre. Además, por medio
del Espíritu, nosotros nos convertimos en el nuevo “tabernáculo” donde mora el Espíritu
del Dios vivo. En este día tomemos un tiempo especial para dar gracias por
haberse encarnado, por su amor apasionado por ti que lo llevo a la cruz. Los artículos del tabernáculo eran
la sombra de todo lo que Jesús vino a rebelar en su persona, y en ellos
descubrimos a un Dios que ama apasionadamente a sus hijos ¡Demos gracias al
Señor por su amor apasionado con el cual nos ama!
Oración:
- Tomar un tiempo para
examinar la condición de nuestra relación con el Padre. ¿Hay
agradecimiento?
- Tomemos un tiempo para
dar gracias a Dios por haberse revelado en la persona de Jesucristo.
Si desea conocer mas de Jesús, o necesita ayuda le invitamos a que,
Visite nuestra Iglesia:
(Iglesia, Centro de Vida Victoriosa)
715 Brady Ave. Los Ángeles CA 90022
213-977-0905
Servicios domingos: 11:00 am y 2:00 pm
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