Lectura del día: Ex. 22:1 a 24:18
Verso Central Éxodo 24:7
Luego tomó el libro del pacto y lo leyó a oídos del pueblo, y ellos dijeron: Todo lo que el SEÑOR ha dicho haremos y obedeceremos.
Pactar con Dios es asunto de mucha seriedad,
porque nos estamos comprometiendo con Dios. Un pacto entre Dios y nosotros,
incluye las cosas que él nos ha prometido darnos, pero también demanda de
nosotros ciertas responsabilidades. Como este contrato es entre
un Dios que es santo y una persona que es pecadora, los pactos con Dios
demandaban que se efectuara un sacrificio, de esta forma la persona podía entrar
en pacto con Dios. Al ser el pacto confirmado por el sacrificio, ese pacto era
irrevocable. Mientras Dios cumpla con su parte, el hombre no puede faltar a su
parte. El pacto entre Dios y el hombre consistían de los siguientes puntos;
Dios declara su intención de bendecidnos, y quiere hacer un pacto con nosotros,
En segundo lugar, nos declara cuales bendiciones recibiremos. En tercer lugar,
declara las condiciones que debemos de llenar para que esas bendiciones se
cumplan. Por último, este es sellado de mutuo y libre acuerdo con un
sacrificio. En el capítulo 24
tenemos la narración del pacto que Dios hizo con el pueblo de Dios. Entonces Dios dijo a Moisés: Sube
hacia el SEÑOR, tú y Aarón, Nadab y Abiú, y setenta de los ancianos de Israel,
y adoraréis desde lejos. Sin embargo, Moisés se acercará solo al SEÑOR, y ellos
no se acercarán, ni el pueblo subirá con él. Y Moisés vino y contó al pueblo
todas las palabras del SEÑOR y todas las ordenanzas; y todo el pueblo respondió
a una voz, y dijo: Haremos todas las palabras que el SEÑOR ha dicho. (Ex.
24:1-3) En primero lugar Dios llamo a su pueblo, y les declara su intención de
pactar con ellos, y después Moisés les declara los requisitos que Dios pedía de
ellos, el pueblo acepta las condiciones y se disponen a entrar en pacto. El
siguiente paso demando que se hiciera un sacrificio, Y Moisés escribió todas las
palabras del SEÑOR. Levantándose muy de mañana, edificó un altar al pie del
monte, con doce columnas por las doce tribus de Israel. Y envió jóvenes de los
hijos de Israel, que ofrecieron holocaustos y sacrificaron novillos como
ofrendas de paz al SEÑOR. Moisés tomó la mitad de la sangre y la puso en
vasijas, y la otra mitad de la sangre la roció sobre el altar. (Ex. 24:4-6) Moisés tomo la mitad de
la sangre y la roció sobre el altar, indicando que Dios cumpliría sus promesas, enseguida tomo la otra mitad y
después de leer la ley, roció al pueblo con la sangre, Luego tomó el libro del
pacto y lo leyó a oídos del pueblo, y ellos dijeron: Todo lo que el SEÑOR ha
dicho haremos y obedeceremos. Entonces Moisés tomó la sangre y la roció sobre
el pueblo, y dijo: He aquí la sangre del pacto que el SEÑOR ha hecho con
vosotros, según todas estas palabras. (Exo 24:7-8) Ahora tanto el Señor como el pueblo
quedaban unidos por la sangre del sacrificio, quedando comprometidos mutuamente
a cumplir cada uno con la parte que le correspondía del pacto.
La Biblia
declara que nosotros somos parte de un mejor y nuevo pacto, Por eso Cristo es mediador de un
nuevo pacto, para que los llamados reciban la herencia eterna prometida, ahora
que él ha muerto para liberarlos de los pecados cometidos bajo el primer pacto. (Heb. 9:15 NVI) también declara, "Éste es el pacto que haré con ellos
después de aquellos días, dice el Señor: Pondré mis leyes en su corazón, y las
escribiré en su mente. “Después añade: "Y nunca más me acordaré de sus
pecados y maldades." (Heb. 10:16-17 NVI) En el caso del
nuevo pacto, el sacrificio es la muerte de Jesús y su sangre que nos limpia de
todo pecado. De nuestra parte requiere nuestra consagración personal a Dios, no
para llenar los requisitos del pacto, pero como fruto de agradecimiento y por
la nueva vida recibida. (Rom.12:1) Hay personas que para todas las cosas
“hacen pactos” o promesas a Dios, y luego al día siguiente se olvidan lo que
prometieron. A veces se hace por ignorar la seriedad de lo que significa un
pacto, y otras por la inconsistencia de la persona. Si tú has hecho pactos, votos, o
promesas al Señor, piensa seriamente si estas cumpliendo con el Señor cada cosa
que has pactado con el Señor. Cuida de ser fiel a tus palabras, porque de
lo contrario el Señor te demandara cada una de las promesas que le has hecho.
También, como en el caso del pueblo de Dios, cada vez que ellos fallaron a su
parte del pacto, Dios permitió que la maldición viniera a sus vidas por su
desobediencia. El cumplimiento
de nuestra parte del pacto produce bendición, nuestro fallo le abre la puerta a
la maldición.
Oración:
- ¿Qué pactos, promesas o votos
necesitas simplemente hiciste a la ligera?
- ¿Qué pactos, votos, o promesas has entrado con Dios y no estás
cumpliendo?
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