lunes, 23 de agosto de 2010

Día No 97 La Cobertura del Señor

Lectura del día: Jueces 21:1-25; 1 Cron. 6:4-15, Rut 1:1 -2:23
Verso Central           Ruth 2:12

¡Que el Señor te recompense por lo que has hecho! Que el Señor, Dios de Israel, bajo cuyas alas has venido a refugiarte, te lo pague con creces. (NVI)

El principio de la cobertura espiritual es muy importante entenderlo y practicarlo para experimentar todo lo que Dios tiene para nosotros, especialmente en nuestro ministerio cristiano. Cuando nos ponemos bajo “la cobertura” de alguien, o una organización (ministro, Iglesia, movimiento, asociación, etc.) estamos haciendo nuestras las promesas, sueños, o visión que de Dios ha prometida a esa persona o grupo. La historia de Ruth es una de las historias más hermosas de las escrituras, es una historia de fe, compromiso, y redención. La historia de Ruth no solamente nos revela que uno de los antepasados del rey David fue una moabita, pero una moabita que “creyó” y que fue acogida (“se le dio cobertura”) dentro del pueblo de Israel, por lo tanto llego a ser heredera de la promesa que Dios le dio a Abraham, y a través de ella, no solamente nació el rey David, pero en cierta forma en ella estaba la “simiente” del hijo de David; Jesús. Todo esto fue posible porque se puso bajo la cobertura de su suegra, y luego de Booz. 

¿Quien fue Ruth? Fue una mujer extranjera del pueblo de los moabitas. Su nombre indica que era una mujer de hermosa apariencia, pero también habla de su persona, ella era una persona de un “espíritu” hermoso. Ella es un tipo de todos nosotros que no somos judíos, pero que hemos heredado la bendición de Abraham al creer en el Dios de Abraham. Antes de casarse con uno de los hijos de Noemí, de seguro que adoraba a los dioses moabitas, seguía las costumbres de ellos, y desconocía totalmente la ley de Dios, y sus promesas. Su historia comienza de una manera trágica, ella contrajo matrimonio con uno de los hijos de Noemí, pero este muere y se queda sola junto con su suegra, quien no solamente pierde a su hijo, el esposo de Ruth, pero además a su esposo y a su otro hijo. Ser viuda era una de las condiciones más terribles de aquellos tiempos, porque por lo general no se volvían a casar, muchas de las mujeres, eran rechazadas aun por su misma familia, y la única esperanza de vivir, depender de la misericordia de otros. Si había alguien desprotegido, era una viuda. Pero de alguna manera Noemí y su hijo impresionaron en la mente y el corazón de Ruth acerca del Dios de Abraham, que ella estuvo dispuesta a dejar todo, por seguir a su suegra y ponerse bajo su protección (cobertura). Cuando su suegra le pide que se regrese, ella hace una de las declaraciones de compromiso, amistad y fe más hermosas de las escrituras, Pero Rut respondió: ¡No insistas en que te abandone o en que me separe de ti! "Porque iré adonde tú vayas, y viviré donde tú vivas. Tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios será mi Dios. Moriré donde tú mueras, y allí seré sepultada. ¡Que me castigue el Señor con toda severidad si me separa de ti algo que no sea la muerte! (Ruth 1:16-17 NVI) Al ponerse bajo la “cobertura” de Noemí, todas las promesas que le pertenecían a Noemí, ahora pasaban a Ruth, incluyendo la posibilidad de ser redimida, de volver a tener una familia, de conocer al Dios verdadero. Como lo descubrimos en este libro de llegar a ocupar un lugar muy importante en la historia del pueblo de Dios; ser la abuela de David, y del hijo de David; Jesús. Su vida de servicio, modestia, fe, contrasta tremendamente con la condición en general que se vivía en sus días en la nación de Israel, el libro de Jueces describe el espíritu de esos días, En aquella época no había rey en Israel; cada uno hacía lo que le parecía mejor. (Jueces 21:25 NVI) 

La historia de Ruth nos habla a nuestros días, y nos declara, ¡No importa quién eres, ni cuál es tu pasado, ni la situación que estás viviendo, si te pones bajo la cobertura o la protección de Dios, tú serás redimido!  No quedaras en la vergüenza, ni en el hambre. Si bien en estos momentos puede ser que dependas del favor de otros, llegara el día que serás dueño de todo, porque te has acobijado bajo la poderosa mano de Dios. En este día pide a Dios que té de una actitud semejante a la Ruth; una apariencia agradable, un espíritu afable, y una actitud de buscar el bien de otros antes que el tuyo. Eso te garantiza que tendrás no solamente las promesas de Dios, pero te abrirá las puertas donde quiera que estés. Por último, ¿Quién es tu cobertura como persona? (ministro, Iglesia, etc.) ¿Qué promesas hay en esta cobertura? ¿Son una realidad en tu vida?

Oración:

  • Ponte bajo  la cobertura de Dios en todas las áreas de tu vida.
  • Pide al señor un “espíritu” semejante a la de Ruth.
  • Reclama las promesas de Dios en tu cobertura.
  • Pídele a Dios que te revele las formas de honrar a tu cobertura.

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