lunes, 22 de septiembre de 2008

Día No 10 “Desatando” la Palabra en la Vida de las Personas.



Lectura del día: Job 19:1 a 21:34
Verso Central Job 19:25

Yo sé que mi Redentor vive, y al final se levantará sobre el polvo. (LBLA)


(puede ver este mismo mensaje en vídeo en el link de abajo:

Lo único que puede fortalecer al de espíritu abatido es la palabra de Dios. Solamente la palabra de Dios tiene el poder para dar fortaleza a la persona que por cualquier circunstancia este cansado, deprimido, o abatido emocionalmente. Por esta razón las palabras de consejo y ánimo que demos al que esta desanimado, deben de ser las palabras de las escrituras. La palabra de Dios tiene el poder suficiente para cumplir su propósito para el cual Dios la dio. La palabra de Dios no depende de nuestra habilidad para hablarla, o de explicarla, pero simplemente cuando hablamos con fe su palabra, estamos liberando el poder de la palabra, en la vida de la persona. Así también la palabra que sale de mis labios no vuelve a mí sin producir efecto, sino que hace lo que yo quiero y cumple la orden que le doy. (Is. 55:11 DHH) Es similar a cuando la medicina que es aplicada al enfermo. Cuando le hablamos a la persona abatida, la palabra de Dios, o consejos que reflejan sus principios es como si le estuviéramos dando a beber la medicina exacta que necesita para su sanidad. Esto también es lo mismo cuando nosotros mismos repetimos, o confesamos para nosotros mismos, las promesas de Dios en medio de nuestra necesidad o problemas. 

En el caso de Job todos sus amigos, que supuestamente vinieron a consolarlo, y darle ánimo, no hacen más que hablar sus opiniones, experiencias, que no tiene nada que ver con la palabra de Dios. Por ejemplo Elifaz Teman declara »Escúchame, y te lo explicaré; déjame decirte lo que he visto. Es lo que han declarado los sabios, sin ocultar nada de lo aprendido de sus padres. (Job 15:17-18 BAD) Lo que él esta compartiendo era su opinión y su experiencia, pero esta no refleja, la palabra de Dios. Job también en su abatimiento en ocasiones expresa las palabras de Dios, pero en la mayoría de las veces está hablando conforme a lo que está viviendo, no conforme a las promesas de Dios, es mas, el llega a un estado de desanimo tal, que culpa a Dios de su situación. En ocasiones Job pierde ve vista por completo a Dios, y solamente lamenta su situación. 

¿Qué hubiera pasado en esta historia si Job hubiera tenido un amigo que hablara la palabra 
de Dios? ¿Qué hubiera pasado si alguno de sus amigos le hubiera recordado las promesas de Dios? ¿Cómo hubiera reaccionado Job si alguno de sus amigos le hubiera hablado a su vida, la palabra de Dios? Proverbios declara, Hijo mío, atiende a mis consejos; escucha atentamente lo que digo. No pierdas de vista mis palabras; guárdalas muy dentro de tu corazón. Ellas dan vida a quienes las hallan; son la salud del cuerpo. (Pro 4:20-22 BAD) Se que muchos podrán pensar, pero debemos de ser “compasivos” con Job, debemos de entenderlo. Para que decir cosas positivas si él está en una situación terrible, lo vamos hacer sentir más mal. Por el contrario ahí es cuando una persona necesita escuchar gente que “desate” el poder de la palabra en su vida. Se un instrumento de bendición de Dios, para las personas. Más que uno que tiene lastima y complace el fracaso, o la derrota. 

Por último, una de las lecciones que aprendemos del libro de Job, es la de no permitir que nuestras palabras nos mantengan atados a nuestros problemas. Al estar pasando por problemas, o enfermedades, o cualquier otra situación negativa, no confesemos lo que nuestros ojos ven, siempre declaremos lo que Dios ha declarado en su palabra acerca de nuestra situación. En el caso de Job, Dios tuvo que venir y confrontar a Job acerca de las palabras que hablaba, hasta que Job, declaro que ya no hablaría mas, y solamente escucharía a Dios. Cuando estemos pasando por situaciones difíciles no busquemos compañía de aquellos que no conocen y no viven conforme a la palabra. Antes que escuchar los consejos de las personas busquemos el consejo de la palabra de Dios.

Oración:                                                                                                                             

  • Ayuda para hablar con fe la palabra con determinación a pesar de cualquier circunstancia.
  • Pedir que te ayude a ser un canal a través del cual la palabra es “desatada” en la vida de las personas.
  • Pídele a Dios que te de un pasaje de la escritura que hable específicamente a tu situación.

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lunes, 15 de septiembre de 2008

Día No 9, ¿Qué es lo que Determina el Curso de Nuestra vida?


Lectura del día: Job 15:1 a 18:21

Verso Central Job 17:9


Sin embargo el justo se mantendrá en su camino, y el de manos limpias más y más se fortalecerá. (LBLA)

En ningún momento debemos dejar que las circunstancias nos dominen y dicten lo que sucederá en nuestra vida. No importa lo que estemos viviendo, o lo que otros nos digan.  ¡Nunca perdamos de vista las promesas de Dios! El es fiel para cumplir todo lo que ha declarado en su palabra. No dejemos que el temor dirija nuestro futuro, en vez de eso dejemos que sea la palabra de Dios, la que va indicando lo que sucederá en nuestras vidas. Una de las cosas más negativas que vemos en la vida Job, es como el y sus amigos reaccionan ante su adversidad. Antes que nada, ellos muestran que no son personas que están influenciados por la palabra de Dios, sino que son personas que tienen apariencia de sabiduría, pero su sabiduría es solamente humana. ¿Qué sabes tú que nosotros no sepamos? ¿Qué has percibido que nosotros ignoremos? Las canas y la edad están de nuestra parte, tenemos más experiencia que tu padre. (Job 15:9-10 BAD) Los amigos, solamente se limitan a declarar que Job está sufriendo todo esto por algún pecado que Job tenia oculto, y que sus palabras son meras justificaciones de pecado. Elifaz declara, »El sabio no responde con vana sabiduría ni explota en violenta verborrea. Tampoco discute con argumentos vanos ni con palabras huecas. Tú, en cambio, restas valor al temor a Dios y tomas a la ligera la devoción que él merece. Tu maldad pone en acción tu boca; hablas igual que los pícaros. Tu propia boca te condena, no la mía; tus propios labios testifican contra ti. (Job 15:2-6 BAD) Con su actitud y sobre todo con sus  palabras no estaban ayudando a Job, si no que lo estaban deprimiendo aun mas. Sus palabras lo único que están provocando es mas desconsuelo en la vida de Job. Ellos le decían que se merece todo lo que le está pasando. Por otro lado Job se siente confundido, inseguro, deprimido y en ocasiones hasta enojado con Dios, y lo culpa de todo lo que le está pasando. En este pasaje Job dice palabras que muestran su enojo con sus amigos, He oído muchas cosas como éstas; consoladores gravosos sois todos vosotros. ¿No hay fin a las palabras vacías? ¿O qué te provoca para que así respondas? Yo también hablaría como vosotros, si vuestra alma estuviera en lugar de mi alma. Podría hilvanar palabras contra vosotros, y mover ante vosotros la cabeza. (Job 16:2-4) En otras ocasiones culpa a Dios de su situación, Pero ahora El me ha agobiado; tú has asolado toda mi compañía, y me has llenado de arrugas que en testigo se han convertido; mi flacura se levanta contra mí, testifica en mi cara. Su ira me ha despedazado y me ha perseguido, contra mí El ha rechinado los dientes; mi adversario aguza los ojos contra mí. (Job 16:7-9) No solamente debemos de confiar en Dios, cuando las cosas salen bien y estamos disfrutando de sus bendiciones. Debemos de hacerlo aun mas, cuando no lo entendemos, o no tiene sentido lo que nos está ocurriendo. Eso es caminar con fe en sus promesas. Las promesas de Dios no están determinadas por lo que sucede, sino en la fidelidad de Dios. Quizás al momento no veamos que se cumplen, pero sus promesas deben determinar lo que nosotros vivamos. 
  • En medio de las circunstancias difíciles de nuestra vida volteemos nuestros ojos a las promesas de las escrituras, porque ahí encontraremos la verdadera fortaleza y seguridad para vivir una vida victoriosa. 
  • Otra cosas que debemos hacer en medio de la prueba es tomar esas promesas y hacerlas parte de nuestra oración. O sea que en vez de confesar lo que vemos, tomamos la palabra y por medio de la confesión de la misma cambiamos las circunstancias. 
  • Quizás al igual que Job, aun las personas que más amamos nos darán palabras de condenación, o de confusión. Nunca escuchemos los consejos de nadie si estos están en contra de la palabra de Dios. De otra manera, ¿qué diferencia habría entre un creyente y un incrédulo? La diferencia es que nosotros no andamos por vista, si no que vivimos la vida confiando en todo tiempo en las promesas de Dios. Su palabra es la que dirige nuestra vida.

 Oración:                                                                                                                             

  • Pedir que no nos dejemos influenciar por la circunstancias por más terribles que estas se vean a nuestros ojos.
  • Proponernos llenarnos cada vez más con las promesas de Dios y ser personas que vivimos bajo la influencia de la palabra.

lunes, 8 de septiembre de 2008

Día No 8, La Integridad en el Momento de la Angustia


Lectura del día:        Job 12:1 a 14:22

Verso Central   Job 12: 13

»Con Dios están la sabiduría y el poder; suyos son el consejo y el entendimiento. (BAD)

Lo más importante en la vida del creyente es su integridad. Cuando hablamos de integridad estamos hablando de honorabilidad, rectitud, entereza, y decencia. La integridad de nuestro carácter nos ayudar a siempre tener el favor de Dios a nuestro lado, y no importa cuál sea la situación por la cual estemos atravesemos, Dios nos sacara adelante y nos dará la victoria. Una persona íntegra siempre permanecerá aun cuando todos los demás terminen en fracaso. Podemos perder todo lo material, y aun estar bajo la situación más terrible, pero mientras no perdamos nuestra integridad, podemos estar seguros de que Dios nos sacara adelante, y que estará a nuestro lado. 
Cuando leemos esta porción del libro de Job, podemos concluir que Job había cruzado la línea de irreverencia, y de integridad en su relación con Dios, al hacer la siguientes declaraciones, »Concédeme, oh Dios, sólo dos cosas, y no tendré que esconderme de ti: Para ya de castigarme y deja de infundirme temor. Llámame a comparecer, y te responderé; o déjame hablar, y contéstame tú. Enumera mis iniquidades y pecados; hazme ver mis transgresiones y ofensas. ¿Por qué me evitas? ¿Por qué me tienes por enemigo? (Job 13:20-24 BAD), pero antes de arrojar la primera piedra, debemos tomar en cuentas varias cosas: primero, que Job está tratando de defender su causa, sus amigos lo llamaron hipócrita, y lo acusaron de tener pecados ocultos en su corazón, y sus conclusiones que era que Job merecía todo lo que le estaba ocurriendo. Ellos le decían, «¿Hasta cuándo seguirás hablando así? ¡Tus palabras son un viento huracanado! ¿Acaso Dios pervierte la justicia? ¿Acaso tuerce el derecho el Todopoderoso? Si tus hijos pecaron contra Dios, él les dio lo que su pecado merecía. Pero si tú vuelves la mirada a Dios, si le pides perdón al Todopoderoso, y si eres puro y recto, él saldrá en tu defensa y te devolverá el lugar que te corresponde. (Job 8:2-6 BAD) Así que el único recurso que Job tenía era su integridad, y pide que Dios le dé una oportunidad de defender su causa. 
Si bien la fe de Job no era perfecta, y la revelación que tenia de Dios no era completa, una cosa si estaba bien clara en el corazón de Job; Dios ama a los íntegros de corazón y aun en el día de la angustia, el sentía que podía venir delante de Dios, porque había sido integro de corazón. El estaba seguro de la clase de vida que había vivido delante de Dios. Una de las cosas más importantes en la vida es guardar nuestra integridad delante de Dios. Aun cuando las cosas desde el punto de vista humano no sean las mejores, la integridad es como una garantía que tenemos que tenemos que produce paz, y que aunque momentáneamente o circunstancialmente no parezca, que Dios está a nuestro favor. 
Solamente el integro de corazón podrá venir libremente delante de Dios, y pedir que le revele, le de sabiduría, para entender, o para salir adelante en medio de cualquier situación. 
La integridad te da la seguridad de pedir con toda libertad que Dios responda a tu necesidad. Quizás en los días anteriores, o tal vez en este momento este pasando por una situación difícil. La gente te ha criticado, te ha juzgado, has escuchado palabras de maldición en vez de bendición y de esperanza. Las cosas no están ocurriendo como lo habías planeado o deseado. Personas te han defraudado, o abandonado. 
En primer lugar, Pide a Dios que te ayude a examinar tu corazón, hazlo con una actitud humilde, sin defenderte, o justificarte, sino más bien toma la actitud de aquel que desea ante todo encontrar la solución a su situación, y sabe que quizás la razón de sus problemas es el mismo. David lo dijo de la siguiente manera, Examíname, oh Dios, y sondea mi corazón; ponme a prueba y sondea mis pensamientos. Fíjate si voy por mal camino, y guíame por el camino eterno. (Salmo 139:23-24 BAD) 
Al orar este día pídele a Dios que te dé el discernimiento para descubrir tu necesidad. Si en tu búsqueda encuentras que no has sido integro, no te justifiques o culpes a alguien más de tus errores, humíllate delante de Dios, este es el primer paso para vivir una vida en integridad. Por otro lado, si has sido integro, pide a Dios con toda confianza que intervenga a tu favor y que te muestre sus caminos, y que te de la victoria. La integridad te da argumentos a tu favor delante de Dios. Pídele que te ayude a ver las cosas que no ves, y que en medio de todo el sea glorificado.

Oración:                                                                                                                             

  • Pedir al Señor que te muestre las cosas que no “ves” de tu carácter.
  • Pídele que te ayude a vivir una vida integra en medio de cualquier situación.
  • Sabiduría para entender el propósito de Dios en tu vida.