jueves, 24 de julio de 2008

Día No 5 Confiemos Plenamente en la Sabiduría de Dios

Lectura del día: Job 1:1 a 3:26
Verso Central Job 3:20

¿Por qué permite Dios que los abatidos vean la luz? ¿Por qué se les da vida a los amargados? (BAD)

El libro de Job trata de responder la pregunta de todos los tiempos, << ¿Por qué sufren los justos? >> Job es un libro que confronta esta pregunta y nos da la respuesta; En medio de la tribulación, siempre necesitas confiar en la bondad y sabiduría de Dios, a pesar de no entender el porqué. Quizás no es la que esperamos, o la que más nos gustaría, pero esta es la respuesta que el escritor del libro nos da. En los siguientes días estaremos estudiando y tratando de entender todas las tremendas enseñanzas de este libro. En los primeros capítulos tenemos la introducción de la historia. Tenemos una pequeña descripción de la vida justa, y santa de Job y como Dios lo había bendecido, pero aun en este capítulo podemos ver entre líneas, señales de la fe inmadura que Job tenía. Y sucedía que cuando los días del banquete habían pasado, Job enviaba a buscarlos y los santificaba, y levantándose temprano, ofrecía holocaustos conforme al número de todos ellos. Porque Job decía: Quizá mis hijos hayan pecado y maldecido a Dios en sus corazones. Así hacía Job siempre. (Job 1:5) 
La fe de Job estaba llena de un constante temor por el juicio de Dios, pues aun cuando no tenia evidencias concretas del pecado, o de las malas intenciones del corazón de sus hijos, el ofrecía sacrificios para santificar a sus hijos. Era como si el temiera constantemente el juicio de Dios. Esto nos muestra, que su temor al juicio de Dios era su motivación para vivir una vida justa. Su fe no descansaba en el amor, poder, y la inmensa sabiduría de nuestro Dios. Job conocía un lado pequeño de todo el carácter de Dios; Dios castiga el pecado de sus hijos. Job solamente veía a Dios como un Juez. A través del libro Dios se revela a Job no solamente como el Juez, pero el Dios que está en control de toda situación y que su sabiduría sobrepasa todo entendimiento humano. 
Al principio Job reacciona correctamente cuando pierde todo, Entonces Job se levantó, rasgó su manto, se rasuró la cabeza, y postrándose en tierra, adoró, y dijo: Desnudo salí del vientre de mi madre y desnudo volveré allá. El SEÑOR dio y el SEÑOR quitó; bendito sea el nombre del SEÑOR. En todo esto Job no pecó ni culpó a Dios. (Job 1:20-22) Más cuando el Diablo le pidió a Dios permiso de que tocara su cuerpo la reacción de Job fue diferente. Al principio mantiene su integridad y no maldice y confía en la sabiduría de Dios, mas al pasar los días cuando sus amigos vienen, su corazón empieza a demostrar la inmadurez de su fe, Después abrió Job su boca y maldijo el día de su nacimiento. Y Job dijo: Perezca el día en que yo nací, y la noche que dijo: "Un varón ha sido concebido." Sea ese día tinieblas, no lo tome en cuenta Dios desde lo alto, ni resplandezca sobre él la luz. (Job 3:1-4) Ahora Job comienza a sacar lo que está en su corazón, comienza poniendo en duda la sabiduría de Dios, » ¿Por qué permite Dios que los abatidos vean la luz? ¿Por qué se les da vida a los amargados? (Job 3:20 BAD) Job muestra el constante temor que tenia, aun a pesar de que Dios le había bendecido en todas las áreas de su vida, Lo que más temía, me sobrevino; lo que más me asustaba, me sucedió. (Job 3:25 BAD) Por último, no encuentra en su dolor, descanso en Dios, No encuentro paz ni sosiego; no hallo reposo, sino sólo agitación.» (Job 3:26 BAD) 
Se que es fácil ver y criticar la vida de otro que está pasando por problemas, y duda de Dios, (de alguna manera los amigos de Dios nos representan a todos) Pero es necesario examinar las palabras y actos de Job, para poder entender mejor a nuestro Dios, y lo que él espera de nosotros cuando estamos pasando por pruebas y tribulaciones. Nosotros tenemos el beneficio, que al leer el libro de Job vemos todo el cuadro completo, cosa que muy raro sucede en la vida real. Más bien debemos de aprender a caminar por fe, descansando siempre en la sabiduría y las promesas de Dios. Ante todo nunca debemos de dudar del amor y la sabiduría de Dios, y que aunque no tengamos toda las respuestas al porque de las cosas, nunca debemos de dudar de su amor y fidelidad.
Oración:                                                                                                                             

  • Pide sabiduría a Dios para entender su trato en nuestras vidas.
  • Renovar el compromiso de seguir a Dios aun cuando no entendamos el porqué de lo que nos esté ocurriendo.
  • Si estas pasando por problemas pide por fortaleza para vencer y sabiduría para entender.
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jueves, 17 de julio de 2008

Día No 4 La Semilla de la Multiplicación

Día No 4                       

Lectura del día:        Gen. 10:1-5; 1 Cron. 1:5-7; Gen.10: 6-20; 1 Cron 1:8-16; Gen.10:21-11: 26; 1 Cron. 1:17-27
Verso Central   Gen. 10:32

Estas son las familias de los hijos de Noé según sus genealogías, por sus naciones; y de ellos se propagaron las naciones sobre la tierra después del diluvio.

Dios puso en tu vida la "semilla" de la multiplicación. Desde la creación de Adán (y Eva), Dios sembró en su ser, el ser fructífero, o la capacidad de tener éxito. Dios te creó para que fueras un reflejo de su carácter y naturaleza, siendo creador y fructífero. También estableció como una ley natural, la reproducción y la multiplicación no solamente en el hombre, pero en todo lo creo, incluyendo las plantas y animales. Así que toda planta da semilla y tiene la capacidad innata de multiplicarse. También, dentro de ti hay esa "semilla". Hoy en día, esta ley, encuentra su máxima expresión en aquellos que tienen una relación personal con Jesús. Si tu eres un hijo de Dios, el ha restaurado por medio del nuevo nacimiento la semilla de la multiplicación. Cuando Dios creó a Adán y a Eva, les dio el poder de ser fructíferos. Mas el pecado atrofio esta característica del hombre, pero al igual que Abraham, Dios nos ha llamado y nos ha entregado la bendición de la multiplicación. Cuando Dios hizo un pacto con Abraham, parte de este pacto incluía que Dios bendeciría a Abraham para que él fuera capaz de multiplicarse, y que su descendencia seria como las estrellas del cielo. Lamentablemente hay personas han aceptado como algo normal, una mentalidad de fracaso, o derrota, en la cual han elevado la pobreza, y el sufrimiento como una virtud. Aun esta actitud esta en aquellos que conocen a Jesús como el señor de sus vidas. Esta actitud o creencia es el resultado de la ignorancia de la palabra de Dios, y muchas veces por seguir la religión tradicional. En el pasaje este día, podemos ver el cumplimiento de la ley de la multiplicación, y como en pocas generaciones después del diluvio vemos al hombre conquistando, extendiéndose, construyendo, y multiplicándose a través de la tierra. Notemos que esto ocurrió a pesar de que la humanidad estaba bajo la maldición del pecado. 
Ahora bien nosotros que hemos conocido a Jesús, somos parte del pacto que Dios hizo con Abraham y al igual que Abraham Dios nos ha restaurado el poder o la unción de ser fructíferos de una manera más especial. Jesús nos redimió de la maldición del pecado y ahora, podemos con mayor libertad ejercer esta capacidad de  prosperidad y de multiplicación. Esta unción no solamente afecta las cosas espirituales, pero afecta todas las áreas de nuestra vida, y que en la medida que nuestra alma, prospere, seremos prosperados en todas las áreas de nuestra vida, Amado, ruego que seas prosperado en todo así como prospera tu alma, y que tengas buena salud. (3 Juan 1:2) Pablo afirma que Dios nos ha entregado la misma bendición de crecer, multiplicarnos y ser una bendición a los demás, por medio del pacto que Dios hizo con Abraham, Por consiguiente, sabed que los que son de fe, éstos son hijos de Abraham. Y la Escritura, previendo que Dios justificaría a los gentiles por la fe, anunció de antemano las buenas nuevas a Abraham, diciendo: EN TI SERÁN BENDITAS TODAS LAS NACIONES. Así que, los que son de fe son bendecidos con Abraham, el creyente. (Gal. 3:7-9) Nosotros somos los de la fe, así que esta promesa es para cada persona que ha aceptado a Jesús como su Señor, y se lleva a cabo cuando hacemos nuestras, sus promesas por medio de la fe. 
No debemos de aceptar nunca la pobreza, o las limitaciones como algo “normal” para nuestras vidas, si Jesús es el Señor de nuestras vidas, la bendición de la multiplicación reposa en nosotros, solo tenemos que ponerla en práctica por medio de la fe. Necesitas examinar las siguientes cosas: ¿En qué áreas de tu vida hay limitaciones? ¿Tu matrimonio? ¿Tu empleo? ¿Tus Hijos? ¿Tus finanzas? ¿Ministerio? También en tu familia, ¿Que limitaciones ves que se repiten constantemente? Quizás hay "ataduras generacionales", que se han pasado de generación en generación. En este día, mientras oras, trae cada cosa que estés consiente por la fe a la cruz, pide perdón por pecados que abrieron la puerta a estas maldiciones, aun si estos pecados fueron cometidos por tus antepasados, hasta la cuarta generación. También debes poner atención a los malos hábitos o tendencias que vez que se repite en tu familia. Sobre todo es importante que si en la niñez experimentaste la pobreza, la violencia, la enfermedad en tu familia, cuida de no aceptar eso como normal en el presente. Aun mas dependiendo de tu situación, tomate un tiempo en oración y ayuno para pedirle al Espíritu que te muestre todos los limitaciones que hay en tu vida. Por último pide al Espíritu que te de una imagen, o visión de tu vida, familia, ministerio, que refleje claramente la unción de multiplicación y de éxito que Dios ha desatado sobre tu vida en Cristo Jesús, y llena tu corazón de la palabra de Dios que te limpia de todo pensamiento contrario a sus principios que producen bendición en tu vida.
Oración:                                                                                                                             

  • Rendir a Dios todas las áreas de nuestra vida al Señorío de Jesús
  • Tomar por la fe la unción que Dios no ha dado en Cristo y usarla en todas las áreas de nuestra vida.
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miércoles, 9 de julio de 2008

Día No 3 “La Gran Misericordia de Dios”


Lectura del día: Génesis 7:1 a 9:29
Verso Central       Génesis 8:21

Y el SEÑOR percibió el aroma agradable, y dijo el SEÑOR para sí: Nunca más volveré a maldecir la tierra por causa del hombre, porque la intención del corazón del hombre es mala desde su juventud; nunca más volveré a destruir todo ser viviente como lo he hecho.

El Corazón de Dios apasionadamente busca rescatar y restaurar al hombre a pesar de que este, por su pecado siempre ha estado buscando su misma destrucción. Qué ironía que mientras Dios hace todo lo que puede sin violar su voluntad para salvar y restaurar al hombre, este hace todo lo que está dentro de sus fuerzas para destruir su vida. Esta ha sido la historia de la humanidad. Si Dios hubiera permitido que libremente el hombre cosechara lo que ha estado sembrando, hace mucho tiempo que la raza humana hubiera desaparecido de la faz de la tierra. Tan solo deberíamos de pensar en nuestra vida misma, y todas las oportunidades que Dios nos ha dado, y como él ha nos mostrado su misericordia, a pesar de que nosotros no siempre hemos sido merecedores de la misma. ¿Podríamos enumerar las muchas veces en que Dios ha tenido de nosotros misericordia y no lo merecíamos? Dios siempre ha sido misericordioso con nosotros, este es un hecho que nadie puede negar.
Dios siempre ha intervenido para poner un alto a la maldad, o para poner un alto al pecado de la humanidad, y para llamar a los hombres al arrepentimiento, con el fin que se aparten de su pecado y el pueda volver a bendecirlos. En los días de Noé la condición de la raza humana era terrible, la escritura nos describe su condición de la siguiente forma, Y el SEÑOR vio que era mucha la maldad de los hombres en la tierra, y que toda intención de los pensamientos de su corazón era sólo hacer siempre el mal. (Gen. 6:5) Al ver la maldad de los hombres, Dios mando su juicio en forma de un diluvio, pero a pesar de que este juicio era el resultado de la gran maldad del hombre, Dios busco a un hombre que fuera justo, a través del cual preservaría, al ser humano. Dios instruyo a este hombre que construyera un arca, para que en ella se salvaran él y su familia, así como toda clase de género de animales.
Aun a pesar de que el hombre había causado este terrible juicio de Dios, cuando Noé ofreció un holocausto de adoración (como representante de toda la raza humana) a Dios, el corazón de nuestro Dios fue movido a misericordia. Esta es la forma que el escritor de Génesis lo narra, Y edificó Noé un altar al SEÑOR, y tomó de todo animal limpio y de toda ave limpia, y ofreció holocaustos en el altar. Y el SEÑOR percibió el aroma agradable, y dijo el SEÑOR para sí: Nunca más volveré a maldecir la tierra por causa del hombre, porque la intención del corazón del hombre es mala desde su juventud; nunca más volveré a destruir todo ser viviente como lo he hecho. Mientras la tierra permanezca, la siembra y la siega, el frío y el calor, el verano y el invierno, el día y la noche, nunca cesarán. (Gen 8:20-22) Si bien Dios no detuvo el diluvio, después de esta ofrenda de adoración de Noé, Dios quita la maldición de la raza humana, y declara que jamás permitirá que este mismo juicio viniera sobre el ser humano. Desde el principio de la historia del hombre Dios ha mostrado cuán grande es su misericordia. Jeremías declaro, El gran amor del Señor nunca se acaba, y su compasión jamás se agota. Cada mañana se renuevan sus bondades; ¡muy grande es su fidelidad! Por tanto, digo: «El Señor es todo lo que tengo. ¡En él esperaré!» Bueno es el Señor con quienes en él confían, con todos los que lo buscan. (Lam. 3:22-25 BAD) También el profeta Joel exhorta al pueblo a arrepentirse de su pecado y clamar por la misericordia del Señor,  Rasgad vuestro corazón y no vuestros vestidos; volved ahora al SEÑOR vuestro Dios, porque El es compasivo y clemente, lento para la ira, abundante en misericordia, y se arrepiente de infligir el mal. (Joel 2:13) 
Que fácil es para cada uno de nosotros unirnos a las palabras de los profetas, porque al igual que ellos, nosotros experimentamos su gracia y misericordia cada mañana, y al igual que el profeta Joel, cuando nos hemos arrepentido, hemos visto su misericordia en nuestras vidas. Tomemos este día tiempo para dar gracias a Dios por la misericordia que nos ha demostrado cada día.
Oración:                                                                                                                             

  • Tomar un tiempo para dar gracias a Dios por todas las misericordias que nos ha mostrado.
  • Pedir que nos dé un corazón agradecido por todas sus bondades.
  • Al mismo tiempo desechemos de nuestras vidas todas aquellas cosas que no son agradables a los ojos de nuestro Dios.

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martes, 1 de julio de 2008

Día No 2 Las Falsas Promesas de la Tentación


Día No 2                                                                     
Lectura del día:    Génesis 4:1-5:32; 1 Cron. 1:14; Gen. 6:1-22
Verso Central       Génesis 4:7

Si hicieras lo bueno, podrías andar con la frente en alto. Pero su hacer lo malo, el pecado te acecha, como si fuera una fiera lista para atraparte. No obstante, tu puedes, dominarlo. (NVI)

Las promesas de la tentación solamente son un fantasía para robarte todo lo que Dios ya te ha dado. Antes de la caída del hombre, este disfrutaba lo que se podría considerar una vida perfecta, una relación intima y con el creador del universo, la mejor “casa”, la mujer ideal, y todas las riquezas de la creación a su alcance. En fin, Dios le había dado al hombre todo lo necesario para vivir una vida plena y sobre todo tenía una relación personal con su creador. ¿Quién podría decir, que diariamente “invitaba por las tardes a Dios a su casa a platicar” acerca de las cosas que habían pasado en ese día? ¿Cómo serian esas reuniones? Ahí no había peticiones, necesidades, o quejas, solamente reportes de las bendiciones que Adán y su esposa, todos los días disfrutaban. Podemos imaginarnos a Dios comunicándole al hombre sus planes, sus propósitos, y escuchando las cosas que Adán y Eva habían ese día para sojuzgar la tierra. Sin embargo, aun en ese lugar idílico, la tentación de tener “algo más”, le hizo “dudar de la bondad y sabiduría de Dios” al hombre, y ese deseo lo llevo a perder todo lo que Dios ya le había dado. 

El hombre comió del fruto porque dudo la palabra de Dios, y porque ambiciono ser igual a El. A pesar de que Dios provee un sacrificio para ellos, Adán y Eva fueron expulsados del paraíso. Cuándo están fuera de la presencia de Dios tienen sus hijos, y el mayor de ellos mata a su hermano menor por celos, después de eso el resto de la historia de los primeros pobladores de la tierra es un descenso y decadencia en todas las áreas de la vida; se introduce la poligamia, Lamec tomó para sí dos mujeres; el nombre de una era Ada, y el nombre de la otra, Zila. (Gen 4:19) Las palabras de la Lamec describen la condición que las personas tenían en su vida, ellos vivían en una tierra maldecida por el pecado, Y Lamec vivió ciento ochenta y dos años, y engendró un hijo. Y le puso por nombre Noé, diciendo: Este nos dará descanso de nuestra labor y del trabajo de nuestras manos, por causa de la tierra que el SEÑOR ha maldecido. (Gen 5:28-29) Nunca el ser humano volvió a tener  una vida similar o a lo menos cercana a lo que sus Padres; Adán y Eva un día tuvieron. Por el contrario la tierra cada día se corrompía más, hasta que llego al grado de que Dios ya no pudo tolerar el pecado, Y el SEÑOR vio que era mucha la maldad de los hombres en la tierra, y que toda intención de los pensamientos de su corazón era sólo hacer siempre el mal. Y le pesó al SEÑOR haber hecho al hombre en la tierra, y sintió tristeza en su corazón. Y el SEÑOR dijo: Borraré de la faz de la tierra al hombre que he creado, desde el hombre hasta el ganado, los reptiles y las aves del cielo, porque me pesa haberlos hecho. (Gen. 6:5-7) Esta historia nos habla claramente a nuestro días, la situación no ha cambiado, mucho porque aun en nuestros días el hombre sigue mordiendo el anzuelo de la tentación, y al igual que Adán, los hombres y la mujeres siguen creyendo las promesas de la tentación, y terminan perdiendo más que lo que la tentación les prometió, porque lo que el pecado promete es solamente una mentira. Esa es la situación del hombre que le es infiel a la esposa, del joven que es promiscuo, de la mujer que roba, del hijo que miente, del hombre que vive su vida a su manera. El vaso de vino se ve atractivo, pero he visto a hombres morir vomitando sangre con el hígado desecho porque una vez probaron el deleite temporal del alcohol, y creyeron a la mentira del licor; “Yo te haré sentir bien” “conmigo se olvidaran tus penas” “te divertirás”. La carnada se ve apetitosa, pero al comerla nos damos cuenta que esta “podrida”. 

Lo malo es que el pecado adormece la conciencia, porque al estar cometiendo el acto no se da uno cuenta de la magnitud de la acción hasta que en la mayoría de los casos es muy tarde. Gracias a Dios que no todo está perdido o que somos incapaces de vencer la tentación. Especialmente nosotros que conocemos a Jesús como el Señor de nuestras vidas, tenemos muchas promesas en la cual podemos descansar. Amados, no os sorprendáis del fuego de prueba que en medio de vosotros ha venido para probaros, como si alguna cosa extraña os estuviera aconteciendo. (1 Pedro 4:12) también Pablo declara, Ustedes no han pasado por ninguna tentación que otros no hayan tenido. Y pueden confiar en Dios, pues él no va a permitir que sufran más tentaciones de las que pueden soportar. Además, cuando vengan las tentaciones, Dios mismo les mostrará cómo vencerlas, y así podrán resistir. (1Co 10:13 BLS) Por ultimo Santiago afirma,  Bienaventurado el hombre que persevera bajo la prueba, porque una vez que ha sido aprobado, recibirá la corona de la vida que el Señor ha prometido a los que le aman. (Santiago 1:12) Las pruebas y las tentaciones son parte de la vida, porque como dice la palabra, “no debemos de sorprendernos de las pruebas”, y nos advierte que las tentaciones vendrán, pero nunca olvidemos que Dios está en control de toda situación y que el mismo nos dará la salida juntamente con la tentación. Además tenemos su gloriosa promesa de que el nos dará la corona de la vida por haber resistido la tentación.
Oración:                                                                                                                                
·         Pedir sabiduría para discernir las tentaciones.
·         Pedir al Espíritu que te de sabiduría para evitar lo que te lleva a la tentación.
Si necesitas más ayuda para vencer el pecado clic en este link:

http://www.slideshare.net/carlosrincon3/venciendo-el-poder-del-pecado

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