lunes, 9 de mayo de 2011

Día No 108 Buscando la Dirección de Dios.


Lectura del día:        1 Sam 22:6-23; Sal.52:1-9; 109:1-31, 1 Sam.23:1-29

Verso Central           1 Samuel 23:14

David se estableció en los refugios del desierto, en los áridos cerros de Zif. Día tras día Saúl lo buscaba, pero Dios no lo entregó en sus manos. (NVI)

El éxito en la vida dependerá de nuestra búsqueda de la voluntad de Dios. Nunca debemos de hacer algo si no estamos seguros que es la voluntad de Dios, y cuando tengamos dudas no hagamos algo hasta que tengamos su dirección. El problema es que muchas veces nos emocionamos, y hacemos algo sin pensar seriamente si es su voluntad, y aun cuando no estamos seguros lo  hacemos y luego después queremos que Dios bendiga, y que nos de éxito. Al hacer esto estamos volteando el orden, primero decidimos, y luego buscamos su voluntad, cuando siempre debemos de buscar su voluntad y luego tomar decisiones. Ese fue el secreto de la carrera exitosa de David como soldado. El siempre busco la dirección de Dios antes de ir a la batalla. El capítulo 23 de primera de Samuel es un ejemplo de cómo en toda decisión que no sabía la voluntad de Dios, el buscaba su dirección antes de hacer cualquier cosa. Veamos varios ejemplos; Cuando se enfrento a un ejército mucho más fuerte, grande y experimentado, no fue producto del arrebato o de la pasión, sino de la seguridad que le dio la dirección de Dios. No fue a pelear hasta que tuvo la dirección de Dios, Los filisteos atacaron la ciudad de Queilá y saquearon los graneros. Cuando David se enteró de lo sucedido, consultó al Señor: ¿Debo ir a luchar contra los filisteos? Ve respondió el Señor, lucha contra los filisteos y libera a Queilá. Pero los soldados le dijeron a David: Si aun aquí en Judá vivimos con miedo, ¡cuánto más si vamos a Queilá para atacar al ejército filisteo! David volvió a consultar al Señor, y él le respondió: Ponte en camino y ve a Queilá, que voy a entregar en tus manos a los filisteos. Así que David y sus hombres fueron allá y lucharon contra los filisteos, derrotándolos por completo. David se apoderó de los ganados de los filisteos y rescató a los habitantes de la ciudad. (1Sam. 23:1-5 NVI) No solamente consulto a Dios para salir y confrontar a sus enemigos, pero para saber si debería de hacerlo, o mejor huir. Esta es una de las cosas más difíciles de hacer, es fácil simplemente confrontar los problemas, pero hay ocasiones en los que como en la historia leímos la dirección de Dios claramente fue de irse, y no pelear ante las amenazas de Saúl. David podía pensar que tenia la gente de la ciudad de Queila a su favor ya que los acababa de liberar de la opresión de los filisteos, el podía suponer que la gente estaría tan agradecida que no lo entregarían, si no que lo protegería, pero al consultar a Dios se cuenta que toda suposición que él pudiera tener no era correcta y que en esta ocasión lo mejor era salir de la ciudad, Luego David oró: Oh Señor, Dios de Israel, yo, tu siervo, sé muy bien que por mi culpa Saúl se propone venir a Queilá para destruirla. ¿Me entregarán los habitantes de esta ciudad en manos de Saúl? ¿Es verdad que Saúl vendrá, según me han dicho? Yo te ruego, Señor, Dios de Israel, que me lo hagas saber. Sí, vendrá le respondió el Señor. David volvió a preguntarle: ¿Nos entregarán los habitantes de Queilá a mí y a mis hombres en manos de Saúl? Y el Señor le contestó: Sí, los entregarán. Entonces David y sus hombres, que eran como seiscientos, se fueron de Queilá y anduvieron de un lugar a otro. Cuando le contaron a Saúl que David se había ido de Queilá, decidió suspender la campaña. (1Sam. 23:10-13 NVI) No solamente debemos de buscar la dirección de Dios para entender si debemos de hacer algo, pero para saber cuándo debemos dejar, terminar, huir, o volver a empezar. La razón porque David pudo cumplir el propósito de Dios para su vida fue que en todo momento busco la dirección de Dios. No importaba que Saúl tuviera más gente, mas poder, y más odio, Saúl no tenía, lo que David siempre busco la dirección de Dios, y eso fue lo que marco la diferencia en la vida estos dos reyes de Israel. David fue conforme al corazón de Dios, y Saúl fue conforme a su propio corazón. 
Oración:
  • Pide a  Jesús una actitud de sometimiento a sus propósitos y su voluntad.
  • Sometimiento a Jesús como el Señor de tu vida.
  • Pide a Jesús que te muestre que cosas debes, terminar, o evitar
  • Pide que te dé un corazón abierto a su voz.