lunes, 29 de diciembre de 2008

Día No 24, Trasformados por su Propósito


Lectura del día: Gen.28:10-30:43
Verso Central Génesis 28: 20-21

Luego Jacob hizo esta promesa: «Si Dios me acompaña y me protege en este viaje que estoy haciendo, y si me da alimento y ropa para vestirme, y si regreso sano y salvo a la casa de mi padre, entonces el Señor será mi Dios. (BAD)


Antes de que el propósito de Dios se cumpla en nuestras vidas, es necesario que primero seamos trasformados a la imagen de Jesús; esta es la meta de Dios, y su propósito para nuestras vidas es el medio para lograrlo. Esta es la parte que a muchos no les gusta, porque por lo general, queremos que inmediatamente se cumpla el propósito de Dios en nuestras vidas. Esa fue una de las razones porque Moisés quiso en sus propias fuerzas libertar a su pueblo de la esclavitud y mato al Egipcio. También Abraham y Sara quisieron tener un hijo por ellos mismos, sin la bendición de Dios. Antes de que Dios haga algo a través de nosotros, primero obrara en nosotros, para que entonces el milagro ocurra a través de nosotros. No se trata de esperar hasta que Dios nos trasforme por completo, para comenzar a hacer su propósito, pero es en el proceso de cumplir su propósito, que estaremos siendo trasformados.

Su propósito es el medio que Dios usara para transformarnos. Veamos el caso de Jacob quien estaba dando comienzo en su formación para convertirse en el medio a través del cual Dios bendeciría a las naciones de la tierra. Fue en el, quien dio comienzo la multiplicación de la nación judía, hasta ahora Abrahán solamente tuvo un hijo de la promesa. Isaac había tenido solamente dos hijos, pero ahora en Jacob comenzaba la multiplicación de la nación, y en sus hijos se formaría lo que más tarde serian las doce tribus de Israel. Después de que Dios se le revelara de una manera sobrenatural y le muestra el propósito para su vida, Jacob hace un voto (promesa) a Dios pidiendo su bendición en el camino que tenía por delante. Una de las cosas más importantes en la vida es que nos consagremos al propósito que Dios tiene para nuestras vidas. Jacob llego a la casa del que sería su suegro, Laban y ahí no solamente adquirió su familia, pero fue en ese lugar que comenzó el proceso de formación, para dejar de ser Jacob, y convertirse en Israel. El nombre Jacob implicaba, Aquel que toma por el talón; que suplanta.» su nombre indicaba la clase de vida que había vivido, antes de tener la revelación de su llamado. Una vida en la cual se valía de cualquier medio, incluso mentir, engañar, para conseguir sus propósitos. Cuando vio a su hermano hambriento no desaprovecho la oportunidad para sacarle provecho a su situación y convenció a su hermano de venderle su primogenitura, cuando su padre estaba a punto de morir junto con su madre engaño a su padre para obtener la bendición, que su padre tenía planeado entregar a su hermano.

En la casa de Laban Jacob aprendió a confiar en Dios, al fin de más de 20 años de vivir en su casa decidió regresar a la tierra prometida, en su camino de regreso, Jacob sabía que tenía que enfrentar su pasado, al enfrentar a su hermano. Mas fue en su regreso a la tierra de la promesa que Dios hizo el milagro más grande en la vida de Jacob. Camino de regreso a la tierra de la promesa, Jacob tuvo un encuentro transformador con Dios, y fue ahí donde Dios completa la transformación, no solamente le cambia el nombre a Israel, que significaba “príncipe” si no que cambio el carácter del patriarca. Ahora Israel, estaba listo para ser el canal de bendición, a través del cual todas las familias de la tierra serian bendecidas. Dios cumpliría la promesa que le hizo a Abraham y que ahora se cumpliría en Jacob. He aquí, yo estoy contigo, y te guardaré por dondequiera que vayas y te haré volver a esta tierra; porque no te dejaré hasta que haya hecho lo que te he prometido. (Gen 28:15, ver Romanos 4:21, 2 Tim. 1:12, Heb.12:2)
Varios años atrás, cuando Jacob dio principio a su "caminar" siguiendo el propósito de Dios, Jacob hizo un voto (promesa) a Dios, donde le pedía las siguientes cosas; La compañía y la protección de Dios, provisión para su comida y vestido, así como ser guardado sano y salvo hasta que regresara a la tierra de la promesa. Jacob por otro lado se comprometía a reconocer personalmente a Jehová como su Dios, y que le daría la décima parte de todo lo que Dios le diera. (Ver Génesis 28:10-22)  Esta sería la manera de indicarle a Dios su agradecimiento, pero también su entrega. Dios no solamente le dio lo que Jacob le pidió, pero además Dios cambio por completo la vida de Jacob, transformándolo en el príncipe de Dios.

¿Cuál es el propósito de Dios en tu vida?
¿Qué cosas Dios ha estado tratando en tu vida que te ayudaran a cumplir sus propósitos?

Recuerda que antes de que Dios haga algo a través de ti, primero quiere hacer algo en ti. El usa vasos que ha santificado, y formado para cumplir sus propósitos. Durante este día piensa en las cosas que Dios ha estado tratando y pide que te muestre su voluntad.
Oración:                                                                                                                             

  • Pedir discernimiento para entender la voluntad/propósito de Dios en tu vida.
  • Obediencia y perseverancia para mantenerse sin desviarse de su propósito.
  • Has un voto a Dios en relación a su propósito para tu vida, se especifico en las cosas que quieres que Dios te dé, y en las cosas que le ofreces a Dios.



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lunes, 22 de diciembre de 2008

Día No 23, Cumpliendo su Propósito


Lectura del día: Génesis 27:1-28:9; 36:1-43; 1 Crónicas 1: 35-54
Verso Central Génesis 28: 3-4

Que el Dios todopoderoso te bendiga y te dé muchos descendientes, para que de ti salgan muchas naciones. Que te dé a ti, y también a tus descendientes, la bendición que le prometió a Abraham, para que sean dueños de esta tierra donde ahora vivimos como extranjeros, pues él se la prometió a Abraham."
(DHH)


Dios decide el propósito de la vida para cada persona. El propósito de Dios en la vida de una persona no depende de favoritismos o de que una persona sea preferida por sus líderes, padres o por cualquier otra persona, sino que este determinado exclusivamente por Dios. Desde el momento de su nacimiento Dios había escogido a Jacob sobre Esaú, la escritura nos dice, y él le contestó: «Dos naciones hay en tu seno; dos pueblos se dividen desde tus entrañas. Uno será más fuerte que el otro, y el mayor servirá al menor.» (Gen 25:23 BAD) Pablo añade lo siguiente a este punto, No sólo eso.  También sucedió que los hijos de Rebeca tuvieron un mismo padre,  que fue nuestro antepasado Isaac. Sin embargo, antes de que los mellizos nacieran, o hicieran algo bueno o malo, y para confirmar el propósito de la elección divina, no en base a las obras sino al llamado de Dios, se le dijo a ella: "El mayor servirá al menor." Y así está escrito: "Amé a Jacob, pero aborrecí a Esaú." ¿Qué concluiremos?  ¿Acaso es Dios injusto? ¡De ninguna manera! Es un hecho que a Moisés le dice: "Tendré misericordia de quien yo tenga misericordia; y me compadeceré de quien yo me compadezca." Por lo tanto, la elección no depende del deseo ni del esfuerzo humano sino de la misericordia de Dios. (Rom. 9:10-16 NVI) Claramente Dios había escogido a Jacob, para ser el heredero de la bendición y la promesa de la tierra prometida que estaba en la vida de Isaac, así como el la había recibido de su padre Abraham.
Ahora cuando Isaac sentía que su vida llegaba a su fin, decide entregar la bendición a Esaú. A pesar de que sabía la palabra que se había declarado sobre la vida de sus hijos desde antes de que nacieran. (Gen. 25:22-23) La razón porque Isaac actuaba así, era por el favoritismo que sentía por su hijo Esaú, Isaac quería más a Esaú, porque le gustaba comer de lo que él cazaba; pero Rebeca quería más a Jacob. (Gen 25:28 BAD) Jacob sabia claramente que Dios había escogido a Jacob para recibir la bendición, pero él se dejo influenciar por su sentimiento de Padre, que tenía como predilecto a su hijo Esaú en vez de hacer lo que Dios claramente había declarado. Lo más seguro es que Rebeca tampoco quería la bendición para su hijo Jacob por obediencia al mandamiento divino, sino porque ella amaba mas a Jacob que a Esaú. En esta historia vemos como las personas no aceptan o no están de acuerdo con el propósito de Dios para sus vidas, y hacen lo que pueden para hacer las cosas a su manera a pesar de que Dios les había indicado a quien le pertenecía la bendición.  Esto es lo que siempre necesitamos hacer:

En primer lugar, lo más importante que una persona necesita hacer es pedirle a Dios que le revele su propósito para su vida, y luego dedicar su vida a cumplirlo. Nuestra responsabilidad no es la de determinar que queremos hacer en nuestra vida, sino de cumplir su propósito. No se trata de forjar nuestro destino, sino de descubrir el designio divino. (Es más poderoso en nuestro estado de ánimo saber que estamos cumpliendo el designio divino, que nuestros planes.) En el caso de Isaac y Rebeca ellos querían que su hijo predilecto fuera el escogido para recibir la bendición de la promesa de Abraham. Lo correcto es que ellos hubieran aceptado y motivado a sus hijos a seguir el propósito de Dios para cada uno de ellos sin mostrar favoritismos.

En segundo lugar, aunque lo deseemos no podemos cambiar el propósito de Dios para nuestras vidas. Estos padres quisieron cambiar el propósito de Dios a su manera, además en el caso de Rebeca y Jacob estuvieron dispuestos a mentir, engañar, para cumplir sus deseos. No necesitamos de mentir, engañar, o de usar nuestra estrategia humana para cumplir su propósito en nuestras vidas. El elemento esencial para el cumplimiento de su propósito es la fe y la obediencia a sus promesas. Antes que nada debemos de buscar su propósito.

En tercer lugar, se necesita obediencia, y perseverar en hacer su voluntad hasta que se cumpla en nuestras vidas. Pablo lo dijo de la manera más perfecta cuando dijo, Mantengámonos firmes, sin dudar, en la esperanza de la fe que profesamos, porque Dios cumplirá la promesa que nos ha hecho. (Heb. 10:23 DHH)
Al fin Isaac entiende y acepta el propósito de Dios para sus hijos, al confirmar la promesa y la bendición en la vida de Jacob, le declara a su hijo estas palabras que confirmaban el propósito de Dios en su vida, Que el Dios todopoderoso te bendiga y te dé muchos descendientes, para que de ti salgan muchas naciones. Que te dé a ti, y también a tus descendientes, la bendición que le prometió a Abraham, para que sean dueños de esta tierra donde ahora vivimos como extranjeros, pues él se la prometió a Abraham." (Gen 28:3-4 DHH)
Oración:                                                                                                                             

  • Pedir discernimiento para entender el propósito de Dios en tu vida.
  • Proponte no dejarte influenciar por los sentimientos o deseos personales o de otras personas.
  • Obediencia y perseverancia para mantenerse sin desviarse de su propósito. 

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lunes, 15 de diciembre de 2008

Día No 22, La Cosecha Abundante de la Obediencia


Lectura del día: Gen.25:1-4; 1 Cron. 1:32-34; Gen 25:5-6; 1 Cron. 1:34; Gen. 25:19-26; Gen 25:7-11; Gen 25: 27-26:35
Verso Central Génesis 26:12

Isaac sembró en aquella región, y ese año cosechó al ciento por uno, porque el Señor lo había bendecido. (BAD)

Sera más bendecido, el obediente en tiempos de escases, que el desobediente en tiempos de abundancia. Aun cuando la economía esté pasando por tiempos de escasez (desempleo, recesiones, poco trabajo, etc.) seremos más bendecidos si obedecemos la palabra de Dios, que el desobediente en tiempos de abundancia. El capitulo 26 describe en forma resumida la vida de Isaac, en el mismo se ven varias similitudes a la de su padre Abraham. El capitulo comienza diciéndonos acerca del hambre que había en la tierra. La intención de Isaac era la de ir a Egipto y escapar del hambre y la necesidad que había venido a Canaán. Isaac estaba a punto de tomar esta decisión, cuando Dios se le aparece y le cambia los planes. Dios renueva el pacto que había hecho con su padre Abraham y le pide que se quede en esa tierra, y que no descendiera a Egipto. Canaán era la tierra de la promesa.
Nuevamente como vimos en el comentario anterior andar por fe no es asunto de lógica humana. No se trata de tomar decisiones porque desde nuestro punto de vista es lo que más nos conviene. Desde el punto de vista humano, la tierra que Dios le pedía que se quedara estaba pasando por hambre, escasez, la decisión lógica sería la de salir de esa tierra e ir a la tierra de abundancia, a Egipto. Pero la promesa de Dios estaba en Canaán no en Egipto. Egipto representa la prosperidad material fuera de la voluntad de Dios, mientras que Canaán representa la tierra de la promesa de Dios. Isaac obedeció la voz de Dios cuando le dijo, Reside en esta tierra y yo estaré contigo y te bendeciré, porque a ti y a tu descendencia daré todas estas tierras, y confirmaré contigo el juramento que juré a tu padre Abraham. Y multiplicaré tu descendencia como las estrellas del cielo, y daré a tu descendencia todas estas tierras; y en tu simiente serán bendecidas todas las naciones de la tierra, porque Abraham me obedeció, y guardó mi ordenanza, mis mandamientos, mis estatutos y mis leyes. Habitó, pues, Isaac en Gerar. (Gen 26:3-6) Notemos que Dios mismo pone el énfasis en la obediencia de Abraham a su palabra, como la razón por la cual Dios lo bendijo. Esto no es asunto de que Dios es bueno con unos y se olvida de otros, es asunto de obedecer su palabra, si es que queremos su favor en nuestras vidas. (v.5) la obediencia siempre producirá bendición de Dios. Isaac no solamente se quedo en la tierra, pero en un acto de fe y obediencia decide sembrar en esa tierra de la promesa. Esta es una siembra “profética” que provoco cambios en el mundo natural, porque desde el punto de vista humano era el peor tiempo para sembrar. En vez de haber sembrado, se hubiera quedado con la semilla. Pero su siembra cancelo en su vida, el hambre y la escasez que había en la tierra. Isaac demuestra que él había creído la promesa de Dios, ya que el acto de sembrar está acompañado por la expectativa de estar esperando con fe la cosecha. El resultado fue tremendo, veamos como lo describe la escritura, Isaac sembró en aquella región, y ese año cosechó al ciento por uno, porque el Señor lo había bendecido. Así Isaac fue acumulando riquezas, hasta que llegó a ser muy rico. (Gen 26:12-13 BAD)
La lección que aprendemos es que entre más grande sea la necesidad, es cuando más debemos de actuar por fe. Como vemos, fue ahí en la tierra que estaba pasando por crisis económica, donde Dios bendijo y prospero grandemente a Isaac. Aquellos que siguen a Jesús no dependen de las circunstancias, de la geografía, ni de la condición de la economía para ser bendecidos. Esto es lo que necesitamos para ser bendecidos aun en tiempo de escasees: 
En primer lugar, necesitamos escuchar su voz, y luego actuar en fe, obedeciendo su voz. ¡Es de suma importancia entender cuál es la voluntad de Jesús para nuestras vidas! Porque de eso dependerá las decisiones que debemos de tomar en cualquier área de nuestra vida. En segundo lugar, nuestra espera no debe de ser pasiva, sino activa; Isaac sembró en esa tierra.

  • ¿Qué cosas Dios quiere que tu siembres? (tu tiempo, tu talento, y tu tesoro)
  • ¿Cómo demostraras tu fe en la promesa de Dios? 
  • ¿Qué cosas prácticas y sencillas deben comenzar a hacer? 
  • ¿Qué actitudes debes cambiar? 
  • ¡Examina los lugares y personas donde estas sembrando si son buena tierra! 
El lugar más productivo para sembrar, es la visión de Dios para nuestras vidas, ahí Dios espera que como el grano de trigo te siembres a ti mismo, siembra tus sueños, anhelos, todo tu ser, porque esa será la única forma que tu vida cumplirá su propósito. ¡Al que siembra su vida misma, Dios le dará una cosecha que será del ciento por uno, y la multiforme bendición de Dios te seguirá todos los días de tu vida!

Oración:
• Renovar el compromiso de sembrar nuestra vida en sus propósitos.
• Renunciar a todo lo que estorbe para que su propósito se cumpla en nuestra vida.

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lunes, 8 de diciembre de 2008

Dia 21, La Prueba de la Fe


Lectura del día: Génesis 22:1-24:67
Verso Central Génesis 22:5

Entonces Abraham dijo a sus mozos: Quedaos aquí con el asno; yo y el muchacho iremos hasta allá, adoraremos y volveremos a vosotros.

En la medida que crezcamos en nuestra fe, creceremos en obediencia y el resultado de una mayor obediencia es que Dios nos confiara una bendición más grande. Entre más le obedeces mas te confía su bendición. Esa es la lección más importante que aprendemos de la vida de Abraham. Dios llamo a Abraham aun cuando no le conocía, la Biblia describe a Abraham como una persona que adoraba otros dioses. Josué se dirigió a todo el pueblo, y le exhortó:—Así dice el Señor, Dios de Israel: “Hace mucho tiempo, vuestros antepasados, Téraj y sus hijos Abraham y Najor, vivían al otro lado del río Éufrates, y adoraban a otros dioses. (Josué 24:2 BAD) El llamado de Abraham y su respuesta de salir de su tierra fue su primer muestra de fe y obediencia. Ahora en este pasaje, después de 30 años de seguir a Dios en base a su promesa, Abraham se enfrenta a la prueba más grande de su vida. Dios le pide a Abrahán que le entregué en sacrificio a su único hijo. Esta fue la petición de Dios a Abraham, Pasado cierto tiempo, Dios puso a prueba a Abraham y le dijo: — ¡Abraham!—Aquí estoy —respondió. Y Dios le ordenó: —Toma a tu hijo, el único que tienes y al que tanto amas, y ve a la región de Moria. Una vez allí, ofrécelo como holocausto en el monte que yo te indicaré. (Génesis 22:1-2 BAD) Dios estaba claramente probando la fe de Abraham, porque es a través de las pruebas que nuestra fe crece. Esta petición no tenía sentido de acuerdo a la lógica humana. En primer lugar porque se trataba de su hijo, ¿Qué padre estaría dispuesto a cortar el cuello a su mismo hijo? En segundo lugar, su hijo Isaac era su único hijo. En tercer lugar, ¿Cómo se cumplirían las promesas de Dios de tener una descendencia tan grande como las estrellas del cielo? Esta no fue una prueba sencilla, sino que estaba probando a Abraham en lo que el más amaba. Estaba siendo probado en aquello a los cual había dedicado toda su vida. Todo esto nos ayuda a ver claramente como para este tiempo, la fe de Abraham se había madurado de tal forma que no titubeo en ningún momento de obedecer la orden de Dios. En ningún momento Abraham permitió que sus emociones, o las palabras de su hijo fueran un obstáculo para hacer la voluntad de Dios en su vida. Para este tiempo en la vida de Abraham existía la plena convicción de que Dios era fiel a sus promesas y que las circunstancias no determinaban el cumplimiento de las mismas. Si Dios dijo que haría algo, el estaba convencido de que Dios era fiel. Fue en este acto supremo de obediencia que Abraham tuvo la revelación más grande de su vida. Abraham pudo “visualizar” a Jesús muriendo en la cruz, y también el pudo “ver” la victoria de Jesús sobre la muerte. Jesús mismo testifica de esta experiencia que Abraham tuvo, Vuestro padre Abraham se regocijó esperando ver mi día; y lo vio y se alegró. (Juan 8:56) Cuando Abraham estaba ofreciendo a su hijo en sacrificio, el pudo ver el plan eterno de Dios para la humanidad. Ahí el pudo comprender que a través de “uno de sus hijos”, el seria de bendición a todas las naciones de la tierra. Fue una experiencia como ninguna que había tenido hasta ese momento en su vida. Su fe ahora se había perfeccionado al máximo. Ahora Abraham se había convertido en el padre de la fe. La lección más importante que podemos aprender es que la fe no es fe si no está acompañada de obediencia. En nuestra nuestras vidas debemos esperar el mismo trato de Dios para con Abraham. Nuestras vidas y experiencias son diferentes a las del patriarca Abraham, pero los mismos principios de obediencia, madures en la fe, debemos de pasar, para que Dios nos ayude a cumplir su propósito. Dios le dio a Abraham una visión que al principio no fue muy clara, pero esa visión tomo posesión de la vida de Abraham hasta el punto que esa visión transformo la vida de Abraham. Si te apasionas por la visión de Dios para tu vida, esta te trasformara. Seguir a Jesús como su discípulo solamente se camina por fe y este camino está marcado por etapas en las cuales avanzamos al obedecer a Dios en cada una de las cosas que no va pidiendo. En la medida que tu fe se desarrolle, Dios te confiara cosas más grandes. Recuerda la fe sin obediencia no es fe, y la fe que ha sido perfeccionada es aquella que está marcada por la obediencia absoluta a su voluntad. El fin de nuestra fe es que podamos cumplir el propósito de Dios en la vida.
Oración:
• Pedir a Dios que nos ayude a nos perseverar en medio de cualquier circunstancia.
• Siempre estar dispuesto a obedecer su voluntad.
• Sabiduría para discernir la voluntad de Dios en medio de cualquier situación.

lunes, 1 de diciembre de 2008

La Fidelidad de Dios - Día No 20


Lectura del día: Gen.19:1-21:34; Gen.25:12-18; 1 Cron. 1:28-31
Verso Central Génesis 21:1

Tal como el Señor lo había dicho, se ocupó de Sara y cumplió con la promesa que le había hecho. (BAD)

A pesar de las imperfecciones del hombre Dios siempre cumple sus propósitos. Si solamente usara personas que son perfectas, nadie calificaría para ser usado por Dios. Su plan eterno para la redención del hombre no es detenido por los errores de los hombres, el sigue adelante con su plan. En cada una de las historias que leímos este día, una cosa resalta de todas; que a pesar de que los hombres y las mujeres envueltos no fueron perfectos, Dios cumplió su propósito. La única cosa buena que podemos resaltar de las personas, es que fueron personas que a pesar de todo lo que estaba enfrentando; esterilidad, conflicto, hambre, tentaciones de poder y riquezas. Ellos se mantuvieron firmes creyendo en las promesas de Dios y al final vieron la fidelidad de Dios cumpliendo cada promesa que Dios le hizo. Este es un pequeño recuento de sus experiencias: Lot, este se estableció con su familia bajo la influencia de una ciudad que estaba llena de personas que eran depravadas, corruptas. Él lo hizo buscando la prosperidad económica, pero termino perdiendo todo lo que alcanzo en esa ciudad, perdió a su esposa, y en cierta forma, “perdió a sus hijas. Lo único que salvo fue la vida, Dios en su misericordia lo libro de morir en el juicio sobre Sodoma y Gomorra. Lot es el clásico ejemplo del que quiere tener todo, y lo termina perdiendo todo. Abraham, por otro lado, parece que no aprende de la lección que había tenido con su esposa en Egipto y vuelve a negarla como su esposa. A pesar de eso, Dios libra a Sara de tener relaciones con el Rey Abimelec, y en medio de todo esto, son bendecidos. También en este tiempo se cumple la promesa de Dios en sus vidas, y nace Isaac.
En estas historias tenemos dos lecciones: 

  • Primero que el plan de Dios se cumple a pesar de las imperfecciones de las personas. Para que Dios cumpla su plan eterno de salvación, no depende del hombre, El usa al hombre a pesar de sus imperfecciones. 
  • En segundo lugar, el hecho de que Dios use a las personas, eso no las excusa de sus pecados, ni los libra de sus consecuencias. Como en el caso de Abraham, la decisión de tener hijos de su sierva a la larga produjo enemistad entre Agar y Sara, entre Isaac e Ismael. Abraham tiene que echar a su hijo a quien amaba fuera de su casa, y en ese tiempo se establecen las bases para la enemistad que hasta nuestros días se da entre los judíos y los árabes. 
Dios lo siguió bendiciendo, pero no quito de sus vidas las consecuencias de sus malas decisiones. Además en el caso de Lot, el había tenido la oportunidad de disfrutar de todas las bendiciones de Dios, al haber permanecido cerca de su tío Abraham, pero la ambición personal lo llevo a tomar malas decisiones, llevando a alcanzar todo lo que había deseado en la vida, dinero, posición social de respeto, una familia prospera, pero el precio que pago fue el de perderlo todo en un instante. Estas lecciones nos deben de llevar a dos cosas:

  • Primero nunca desmayar en nuestra fe porque Dios cumplirá en nosotros su propósito y confiar que en medio de cualquier situación saber que él está en control. No debemos de mirar la condición presente, como una regla para medir el futuro. Lo único que tenemos es su promesa, y ella nos debe sostener en medio de cualquier situación. 
  • En segundo lugar, debemos entender que si Dios nos bendice aun a pesar de nuestros errores, no pensemos que podemos seguir adelante con esos errores al fin y al cabo Dios es me está “usando” para cumplir sus propósitos, porque al igual que los personajes que leímos este día, si no nos guardamos, el precio que pagaremos será muy alto
Si Lot tuviera la oportunidad de volver a vivir su vida, ¿tomaría las mismas decisiones que tomo? De seguro que evitaría las malas decisiones. Nadie tiene la oportunidad de volver a vivir la vida una segunda vez, así que pidamos a Dios estas dos cosas: fidelidad y perseverancia para hacer su voluntad, y además una vida de obediencia y santidad para continuar con su bendición en todas las áreas de nuestra vida. Eso fue lo que Dios le pidió a Abraham para bendecidlo, Cuando Abram tenía noventa y nueve años, el Señor se le apareció y le dijo: Yo soy el Dios Todopoderoso. Vive en mi presencia y sé intachable. Así confirmaré mi pacto contigo, y multiplicaré tu descendencia en gran manera. (Gen 17:1-2)

Oración:
• Pedir paciencia y fidelidad para ver el cumplimiento de sus promesas.
• Una mayor consagración a vivir en santidad, discernimiento para hacer las cosas a su manera y no a la nuestra.


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