lunes, 15 de febrero de 2010

Día No 76 El Verdadero Profeta

Lectura del día:        Deut. 12:1 - 14:29
Verso Central   Deuteronomio 13:3

No darás oído a las palabras de ese profeta o de ese soñador de sueños; porque el SEÑOR tu Dios te está probando para ver si amas al SEÑOR tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma.

El profeta es un discípulo y su mensaje ante todo exalta a Jesús, y nos desafía a la obediencia y la santidad usando la revelación de las Sagradas Escrituras. ¿Cómo podemos saber quién es un verdadero profeta? Toda persona que profetisa en el nombre del Señor Jesús, en primer lugar, debe de conocer personalmente a Jesús y su mensaje te debe llevar a una relación máscercana con El para que lo podemos considerar un verdadero profeta de Dios. 
Elverdadero profeta es una persona que habla en el lugar del Señor. Él  no está hablando su mensaje, sino que solamente es un medio que Dios está usando para comunicarse con su pueblo. El profeta habla bajo la inspiración del Espíritu de Dios, un ejemplo de esto lo tenemos en el siguiente pasaje, Entonces el Espíritu del Señor vendrá sobre ti con poder, y tú profetizarás con ellos y serás una nueva persona. (1Sa 10:6 BAD) El profeta Samuel le indica a Saúl que el profetizaría cuando viniera el Espíritu sobre él. Como dijimos anteriormente el profeta no habla por el mismo, sino que hablaba en el lugar del Señor, Pero Josafat dijo: ¿No queda aún aquí algún profeta del SEÑOR, para que le consultemos? Y el rey de Israel dijo a Josafat: Todavía queda un hombre por medio de quien podemos consultar al SEÑOR, pero lo aborrezco, porque no profetiza lo bueno en cuanto a mí, sino lo malo. Es Micaías, hijo de Imla. Pero Josafat dijo: No hable el rey así. (1 Reyes 22:7-8) Como podemos ver, El Rey de Judá, así como el de Israel, querían preguntarle al Señor, y buscaron un profeta que hablara en El. 
En la lectura de este día, los hijos de Israel estaban por entrar a la tierra prometida y en aquellos días no solamente había profetas entre los judíos, pero había profetas que profetizaban en el nombre de otros dioses, así que Moisés advierte al pueblo que tuvieran cuidado de distinguir entre los verdaderos profetas, y los falsos profetas. No importaba si esos profetas dijeran cosas que se cumplan, no los deberían de escuchar, Si se levanta en medio de ti un profeta o soñador de sueños, y te anuncia una señal o un prodigio, y la señal o el prodigio se cumple, acerca del cual él te había hablado, diciendo: "Vamos en pos de otros dioses (a los cuales no has conocido) y sirvámosles", no darás oído a las palabras de ese profeta o de ese soñador de sueños; porque el SEÑOR tu Dios te está probando para ver si amas al SEÑOR tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma. (Deut. 13:1-3) Como podemos ver, aun los falsos profetas pueden decir cosas que se cumplen, pero aun asi no estaban hablando de parte de Dios, sino que la prueba máxima del verdadero profeta, es si sus profecías estaban afirmando los mandamientos de Dios, En pos del SEÑOR vuestro Dios andaréis y a El temeréis; guardaréis sus mandamientos, escucharéis su voz, le serviréis y a El os uniréis.  (Dt. 13:4 LBLA) 
El profeta no tiene “nuevas revelaciones” que estén en contra, o que le añadan a la revelación de Dios que se nos ha trasmitido a través de la Biblia. Puede que existan nuevas formas de ver las cosas, o de aplicarlas, pero estas están basadas en la revelación completa que ya tenemos en las Sagradas Escrituras. 
Por lo tanto, el profeta de Dios, afirma la revelación que tenemos en la palabra de Dios, y es su plataforma desde donde nos exhorta, anima, o enseña cómo podemos tener una relación más cercana con nuestro Dios. 
Los profetas que se apartan de estos principios, o que se exaltan a sí mismos, o se la pasan declarando “nuevas” revelaciones no son verdaderos profetas. Especialmente debemos tener cuidado con los profetas que no aceptan que su profecía sea examinada, y demanda que se acepte ciegamente de parte de los creyentes, esto está en contra del principio bíblico, (1 Tes. 5:20-21 NBLH) No desprecien las profecías (los dones de profecías).  (21)  Antes bien, examínenlo todo cuidadosamente, retengan lo bueno. Los hijos de Israel no deberían de tolera profetas que los incitaran a desobedecer los mandamientos del Señor. Moisés les recuerda que deberían de ser radicales con quienes los incitaran a ir tras otros dioses, Lo apedrearás hasta la muerte porque él trató de apartarte del SEÑOR tu Dios que te sacó de la tierra de Egipto, de la casa de servidumbre. (Dt. 13:10) 
Concluimos pues, la marca del verdadero profeta es que su ministerio nos acerca más al Señor, y nos “provoca” a la obediencia, y la santidad, nos desafía a una vida consagrada a obedecer la palabra de Dios

Oración:                                                                                                  
·       Pedir discernimiento para distinguir entre los profetas que verdaderamente son del Señor

·       Discernimiento para cada vez que uno mismo profetice verdaderamente representemos correctamente a Dios.

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