miércoles, 8 de diciembre de 2010

Día No 103 Sabiendo Esperando en el Señor

Lectura del día:        1 Sam 13:1- 14:52; 1 Cron.8:1-9:1
Verso Central           1 Samuel 13:13

¡Eres un necio! le replicó Samuel. No has cumplido el mandato que te dio el Señor tu Dios. El Señor habría establecido tu reino sobre Israel para siempre,  (NVI)

Nunca debemos de tomar decisiones importantes bajo presión, o sin estar seguros que es la voluntad de Dios. Una de las lecciones que más nos cuesta aprender es la paciencia. Recuerdo aquella oración de un creyente que decía, “Señor dame paciencia, pero ¡dámela, ya!” No es fácil esperar cuando uno sabe que se tiene que tomar una decisión, y que de esto depende el éxito o el fracaso de nuestros planes. Es importante saber esperar, hasta que estemos seguros, que lo que estamos diciendo, o haciendo este en línea con la voluntad de Dios. No nos adelantemos y decidamos solamente porque parece “urgente” y tenemos que tomar una decisión. Una de las cosas que más trajo problemas a Saúl, fue la de tomar decisiones apresuradas, o la de dar órdenes a sus súbditos bajo la presión del momento, en medio del momento de la batalla, daba órdenes que mas que parecieran de un general, parecían las de un juego de niños. Recuerdo cuando era niño y en medio de los juegos decíamos estamos cosas, “vieja el que se raje” “no comemos hasta que ganemos”. Eso está bien cuando son juegos de niños, pero cuando es nuestra vida la que está en juego, aprendamos lo que significa paciencia, y conocer la voluntad de Dios. Ese fue el problema de Saúl, la presión de la gente, y sus propios temores lo llevaron a tomar decisiones apresuradas, que mas tarde le causarían el juicio de Dios, Allí estuvo esperando siete días, según el plazo indicado por Samuel, pero éste no llegaba. Como los soldados comenzaban a desbandarse, Saúl ordenó: "Tráiganme el holocausto y los sacrificios de comunión"; y él mismo ofreció el holocausto. En el momento en que Saúl terminaba de celebrar el sacrificio, llegó Samuel. Saúl salió a recibirlo, y lo saludó. Pero Samuel le reclamó: ¿Qué has hecho? Y Saúl le respondió: Pues como vi que la gente se desbandaba, que tú no llegabas en el plazo indicado, y que los filisteos se habían juntado en Micmás, pensé: Los filisteos ya están por atacarme en Guilgal, y ni siquiera he implorado la ayuda del Señor. Por eso me atreví a ofrecer el holocausto. ¡Eres un necio! le replicó Samuel. No has cumplido el mandato que te dio el Señor tu Dios. El Señor habría establecido tu reino sobre Israel para siempre, pero ahora te digo que tu reino no permanecerá. El Señor ya está buscando un hombre más de su agrado, pues tú no has cumplido su mandato. (1 Sam. 13:8-14 NVI) Otra ocasión fue cuando estaba peleando con los filisteosLos israelitas desfallecían de hambre, pues Saúl había puesto al ejército bajo este juramento: "¡Maldito el que coma algo antes del anochecer, antes de que pueda vengarme de mis enemigos!" Así que aquel día ninguno de los soldados había probado bocado. (1 Sam. 14:24 NVI) Aun su mismo hijo pudo ver que esto no tenía sentido, y se lo dice a su padreMi padre le ha causado un gran daño al país respondió Jonatán. Miren cómo me volvió el color al rostro cuando probé un poco de esta miel. ¡Imagínense si todo el ejército hubiera comido del botín que se le arrebató al enemigo! ¡Cuánto mayor habría sido el estrago causado a los filisteos! (1 Sam. 14:29-30 NVI) Su decisión apresurada, había causado que no tuvieran una victoria completa sobre sus enemigos. El hacer decisiones “al momento” sin esperar en el Señor nos lleva a consecuencias que después estaremos lamentando el resto de nuestra vida. Pidamos al Señor que nos enseñe a esperar en el, a buscar consejo en otros, y a tener control de nuestras palabras.
Oración:
  • Pidamos al Señor que nos ayude a esperar en el,
  • Nunca adelantarnos de su propósito,
  • Hagamos el escuchar la voz de Dios un habito,
  • Pidamos una actitud humilde que busca el consejo sabio.

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