Lectura del día: Levítico 13:47 a 15:33
Verso Central Levítico 15:31
Así mantendréis a los hijos de Israel separados de sus impurezas, para que no mueran en sus impurezas por haber contaminado mi tabernáculo que está entre ellos.
El vivir en
santidad no solamente incluye “nuestra relación con Dios”, si no que incluye
todos los aspectos de nuestra vida. Esto muy importante entenderlo porque
algunos no pueden “sacar” su fe de los cultos, o servicios. Solamente experimentan
su fe mientras están en un culto, o mientras están orando, pero les cuesta
tomar esas experiencias, a todas situaciones de la vida diaria. Algunos declaran
tener dos vidas; “mi vida espiritual, y mi vida diaria,” como que si están
fueran diferentes, y no tienen relación la una con la otra. ¿Por qué? En la mentalidad nuestra hay una gran influencia
del pensamiento griego, ellos hacían una separación entre lo físico, y lo
espiritual, y consideraban lo espiritual como superior y lo físico o la carne
como inferior, o menos importante. Aun los primeros creyentes, que venían de un
trasfondo gentil, pensaban que, aunque pecaran con su cuerpo, mientras
mantuvieran en su parte espiritual (corazón, o alma, o espíritu) una actitud de
santidad, todo estaba bien. Por esta razón el apóstol Pablo hace la siguiente
declaración, Por consiguiente, hermanos, os ruego por las
misericordias de Dios que presentéis vuestros cuerpos como sacrificio vivo y
santo, aceptable a Dios, que es vuestro culto racional. (Rom. 12:1) También añade a los corintios
lo siguiente, Huid de la fornicación. Todos los demás
pecados que un hombre comete están fuera del cuerpo, pero el fornicario peca
contra su propio cuerpo. ¿O no sabéis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu
Santo, que está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros? (1Cor. 6:18-19) Lo que Pablo estaba tratando de enseñar
a estos creyentes que vivían en un mundo influenciado por la cultura griega,
era que tanto el espíritu como el cuerpo deberían de estar consagrados de la
misma manera a Dios.
Para Dios no existe tal cosa como; “mi vida espiritual”, y “mi vida diaria” o mi “vida secular”. Desde el punto de vista de Dios solamente existe una vida, que tiene diferentes aspectos, pero que no está dividida, o ni tampoco algunos aspectos son más importantes que otros, o que otros son menos santos que los demás. Dios santifica todo el ser, y él desea nuestra completa santificación. Pablo declara, absteneos de toda forma de mal. Y que el mismo Dios de paz os santifique por completo; y que todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea preservado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo. (1Tes. 5:22-23) Al leer este día, las indicaciones de cómo es que se determina si la persona estaba inmunda, o no, o si los vestidos, o habitaciones estaban inmundas o no. Podemos descubrir que la santificación que Dios espera de sus hijos no tiene que ver solamente con las cosas religiosas, si no que Dios espera de cada uno de nosotros una completa santificación. Esto quiere decir que la santidad es un estilo de vida que incluye todos los aspectos de nuestra vida. Las enseñanzas de Pablo incluyen, “espíritu, alma y cuerpo”. Esta indicación implicaba que Dios se preocupa no solamente de la condición del alma, sino que también está interesado de la condición del cuerpo, o de todo nuestro ser. Por lo tanto, podemos ver claramente que nuestra consagración a nuestro Dios debe de afectar todo nuestro ser. Nuestra relación con Dios incluye, y debe “tocar” todos los asuntos de nuestra vida. Debemos de tener un estilo de vida consecuente con nuestra nueva naturaleza.
De acuerdo a la lectura de este día, la naturaleza santa de nuestro Dios debe de estar presente en todos los asuntos de nuestra vida. Dicho de otra manera, siempre debemos pensar cómo podemos agradar a Dios en todas las áreas de nuestra vida ¿Tomamos cuidado de nuestro cuerpo físico? ¿Qué tan espiritual será hacer ejercicio? ¿Qué tal nuestra apariencia? ¿El Vestido? ¿Qué de nuestros negocios? ¿Qué de nuestra interacción con toda persona? Por supuesto no debemos pensar solamente en esto, porque entonces nos iríamos al extremo de pensar solo en lo material, pero debemos de vivir una vida balanceada. ¿Cómo esta nuestro carácter? ¿Los pensamientos? ¿Qué cosas batallan dentro de nuestra alma? La completa santificación incluye todas las áreas de nuestra vida. O sea que debemos de procurar la santidad en todas las áreas de nuestra vida, o no estamos buscando verdaderamente la santidad.
Para Dios no existe tal cosa como; “mi vida espiritual”, y “mi vida diaria” o mi “vida secular”. Desde el punto de vista de Dios solamente existe una vida, que tiene diferentes aspectos, pero que no está dividida, o ni tampoco algunos aspectos son más importantes que otros, o que otros son menos santos que los demás. Dios santifica todo el ser, y él desea nuestra completa santificación. Pablo declara, absteneos de toda forma de mal. Y que el mismo Dios de paz os santifique por completo; y que todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea preservado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo. (1Tes. 5:22-23) Al leer este día, las indicaciones de cómo es que se determina si la persona estaba inmunda, o no, o si los vestidos, o habitaciones estaban inmundas o no. Podemos descubrir que la santificación que Dios espera de sus hijos no tiene que ver solamente con las cosas religiosas, si no que Dios espera de cada uno de nosotros una completa santificación. Esto quiere decir que la santidad es un estilo de vida que incluye todos los aspectos de nuestra vida. Las enseñanzas de Pablo incluyen, “espíritu, alma y cuerpo”. Esta indicación implicaba que Dios se preocupa no solamente de la condición del alma, sino que también está interesado de la condición del cuerpo, o de todo nuestro ser. Por lo tanto, podemos ver claramente que nuestra consagración a nuestro Dios debe de afectar todo nuestro ser. Nuestra relación con Dios incluye, y debe “tocar” todos los asuntos de nuestra vida. Debemos de tener un estilo de vida consecuente con nuestra nueva naturaleza.
De acuerdo a la lectura de este día, la naturaleza santa de nuestro Dios debe de estar presente en todos los asuntos de nuestra vida. Dicho de otra manera, siempre debemos pensar cómo podemos agradar a Dios en todas las áreas de nuestra vida ¿Tomamos cuidado de nuestro cuerpo físico? ¿Qué tan espiritual será hacer ejercicio? ¿Qué tal nuestra apariencia? ¿El Vestido? ¿Qué de nuestros negocios? ¿Qué de nuestra interacción con toda persona? Por supuesto no debemos pensar solamente en esto, porque entonces nos iríamos al extremo de pensar solo en lo material, pero debemos de vivir una vida balanceada. ¿Cómo esta nuestro carácter? ¿Los pensamientos? ¿Qué cosas batallan dentro de nuestra alma? La completa santificación incluye todas las áreas de nuestra vida. O sea que debemos de procurar la santidad en todas las áreas de nuestra vida, o no estamos buscando verdaderamente la santidad.
Oración:
Pedir
a Dios discernimiento para que al examinar nuestra vida podamos descubrir áreas
en nuestra vida que no son agradables a Dios.
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