Lectura del día: Job 12:1 a 14:22
Verso Central Job
12: 13
»Con Dios están la sabiduría y el poder; suyos son el
consejo y el entendimiento. (BAD)
Lo más importante en la vida
del creyente es su integridad. Cuando hablamos de integridad estamos hablando
de honorabilidad, rectitud, entereza, y decencia. La integridad de nuestro
carácter nos ayudar a siempre tener el favor de Dios a nuestro lado, y no
importa cuál sea la situación por la cual estemos atravesemos, Dios nos sacara
adelante y nos dará la victoria. Una persona íntegra siempre permanecerá aun
cuando todos los demás terminen en fracaso. Podemos perder todo lo material, y aun estar bajo la situación más terrible, pero
mientras no perdamos nuestra integridad, podemos estar seguros de que Dios nos
sacara adelante, y que estará a nuestro lado.
Cuando leemos esta porción del
libro de Job, podemos concluir que Job había cruzado la línea de irreverencia, y
de integridad en su relación con Dios, al hacer la siguientes declaraciones, »Concédeme,
oh Dios, sólo dos cosas, y no tendré que esconderme de ti: Para ya de
castigarme y deja de infundirme temor. Llámame a comparecer, y te responderé; o
déjame hablar, y contéstame tú. Enumera mis iniquidades y pecados; hazme ver
mis transgresiones y ofensas. ¿Por qué me evitas? ¿Por qué me tienes por
enemigo? (Job 13:20-24 BAD), pero antes de arrojar la primera piedra,
debemos tomar en cuentas varias cosas: primero, que Job está tratando de
defender su causa, sus amigos lo llamaron hipócrita, y lo acusaron de tener
pecados ocultos en su corazón, y sus conclusiones que era que Job merecía todo
lo que le estaba ocurriendo. Ellos le decían, «¿Hasta cuándo seguirás
hablando así? ¡Tus palabras son un viento huracanado! ¿Acaso Dios pervierte la
justicia? ¿Acaso tuerce el derecho el Todopoderoso? Si tus hijos pecaron contra
Dios, él les dio lo que su pecado merecía. Pero si tú vuelves la mirada a Dios,
si le pides perdón al Todopoderoso, y si eres puro y
recto, él saldrá en tu defensa y te devolverá el lugar que te corresponde. (Job 8:2-6 BAD) Así que el único recurso que Job tenía era
su integridad, y pide que Dios le dé una oportunidad de defender su causa.
Si
bien la fe de Job no era perfecta, y la revelación que tenia de Dios no era
completa, una cosa si estaba bien clara en el corazón de Job; Dios ama a los
íntegros de corazón y aun en el día de la angustia, el sentía que podía venir
delante de Dios, porque había sido integro de corazón. El estaba seguro de la
clase de vida que había vivido delante de Dios. Una de las cosas más
importantes en la vida es guardar nuestra integridad delante de Dios. Aun
cuando las cosas desde el punto de vista humano no sean las mejores, la
integridad es como una garantía que tenemos que tenemos que produce paz, y que
aunque momentáneamente o circunstancialmente no parezca, que Dios está a
nuestro favor.
Solamente el integro de corazón podrá venir libremente delante de Dios, y
pedir que le revele, le de sabiduría, para entender, o para salir adelante en
medio de cualquier situación.
La integridad te da la seguridad de pedir con
toda libertad que Dios responda a tu necesidad. Quizás en los días anteriores,
o tal vez en este momento este pasando por una situación difícil. La gente te
ha criticado, te ha juzgado, has escuchado palabras de maldición en vez de
bendición y de esperanza. Las cosas no están ocurriendo como lo habías planeado
o deseado. Personas te han defraudado, o abandonado.
En primer lugar, Pide a
Dios que te ayude a examinar tu corazón, hazlo con una actitud humilde, sin
defenderte, o justificarte, sino más bien toma la actitud de aquel que desea
ante todo encontrar la solución a su situación, y sabe que quizás la razón de sus
problemas es el mismo. David lo dijo de la siguiente manera, Examíname, oh
Dios, y sondea mi corazón; ponme a prueba y sondea mis pensamientos. Fíjate si
voy por mal camino, y guíame por el camino eterno. (Salmo 139:23-24 BAD)
Al
orar este día pídele a Dios que te dé el discernimiento para descubrir tu
necesidad. Si en tu búsqueda encuentras que no has sido integro, no te
justifiques o culpes a alguien más de tus errores, humíllate delante de Dios,
este es el primer paso para vivir una vida en integridad. Por otro lado, si has
sido integro, pide a Dios con toda confianza que intervenga a tu favor y que te
muestre sus caminos, y que te de la victoria. La integridad te da argumentos a
tu favor delante de Dios. Pídele que te ayude a ver las cosas que no ves, y que
en medio de todo el sea glorificado.
Oración:
- Pedir al Señor que te
muestre las cosas que no “ves” de tu carácter.
- Pídele que te ayude a
vivir una vida integra en medio de cualquier situación.
- Sabiduría para entender
el propósito de Dios en tu vida.
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