Día No 2
Lectura del día: Génesis 4:1-5:32; 1 Cron.
1:14; Gen. 6:1-22
Verso Central Génesis
4:7
Si hicieras lo bueno, podrías andar con la frente en alto. Pero su hacer lo malo, el pecado te acecha, como si fuera una fiera lista para atraparte. No obstante, tu puedes, dominarlo. (NVI)
Las promesas de la tentación
solamente son un fantasía para robarte todo lo que Dios ya te ha dado. Antes de
la caída del hombre, este disfrutaba lo que se podría considerar una vida
perfecta, una relación intima y con el creador del universo, la mejor “casa”,
la mujer ideal, y todas las riquezas de la creación a su alcance. En fin, Dios
le había dado al hombre todo lo necesario para vivir una vida plena y sobre
todo tenía una relación personal con su creador. ¿Quién podría decir, que
diariamente “invitaba por las tardes a Dios a su casa a platicar” acerca de las
cosas que habían pasado en ese día? ¿Cómo serian esas reuniones? Ahí no había
peticiones, necesidades, o quejas, solamente reportes de las bendiciones que
Adán y su esposa, todos los días disfrutaban. Podemos imaginarnos a Dios
comunicándole al hombre sus planes, sus propósitos, y escuchando las cosas que
Adán y Eva habían ese día para sojuzgar la tierra. Sin embargo, aun en ese
lugar idílico, la tentación de tener “algo más”, le hizo “dudar de la bondad y
sabiduría de Dios” al hombre, y ese deseo lo llevo a perder todo lo que Dios ya
le había dado.
El hombre comió del fruto porque dudo la palabra de Dios, y
porque ambiciono ser igual a El. A pesar de que Dios provee un sacrificio
para ellos, Adán y Eva fueron expulsados del paraíso. Cuándo están fuera de la
presencia de Dios tienen sus hijos, y el mayor de ellos mata a su hermano menor
por celos, después de eso el resto de la historia de los primeros pobladores de
la tierra es un descenso y decadencia en todas las áreas de la vida; se
introduce la poligamia, Lamec tomó para sí dos mujeres; el nombre de una era Ada, y el nombre de la otra, Zila. (Gen 4:19) Las palabras de la Lamec describen la condición
que las personas tenían en su vida, ellos vivían en una tierra maldecida por el
pecado, Y Lamec vivió ciento ochenta y dos años, y engendró un hijo. Y le
puso por nombre Noé, diciendo: Este nos dará descanso de nuestra labor y del
trabajo de nuestras manos, por causa de la tierra que el SEÑOR ha maldecido.
(Gen 5:28-29) Nunca el ser humano volvió a tener una vida similar o a lo menos cercana a lo
que sus Padres; Adán y Eva un día tuvieron. Por el contrario la tierra cada día
se corrompía más, hasta que llego al grado de que Dios ya no pudo tolerar el
pecado, Y el SEÑOR vio que era mucha la maldad de los hombres en la tierra,
y que toda intención de los pensamientos de su corazón era sólo hacer siempre
el mal. Y le pesó al SEÑOR haber hecho al hombre en la tierra, y sintió
tristeza en su corazón. Y el SEÑOR dijo: Borraré de la faz de la tierra al
hombre que he creado, desde el hombre hasta el ganado, los reptiles y las aves
del cielo, porque me pesa haberlos hecho. (Gen. 6:5-7) Esta historia nos
habla claramente a nuestro días, la situación no ha cambiado, mucho porque aun
en nuestros días el hombre sigue mordiendo el anzuelo de la tentación, y al
igual que Adán, los hombres y la mujeres siguen creyendo las promesas de la
tentación, y terminan perdiendo más que lo que la tentación les prometió,
porque lo que el pecado promete es solamente una mentira. Esa es la situación
del hombre que le es infiel a la esposa, del joven que es promiscuo, de la
mujer que roba, del hijo que miente, del hombre que vive su vida a su manera.
El vaso de vino se ve atractivo, pero he visto a hombres morir vomitando sangre
con el hígado desecho porque una vez probaron el deleite temporal del alcohol,
y creyeron a la mentira del licor; “Yo te haré sentir bien” “conmigo se
olvidaran tus penas” “te divertirás”. La carnada se ve apetitosa, pero al
comerla nos damos cuenta que esta “podrida”.
Lo malo es que el pecado adormece la conciencia, porque al estar cometiendo el acto no se da uno cuenta de la magnitud de la acción hasta que en la mayoría de los casos es muy tarde. Gracias a Dios que no todo está perdido o que somos incapaces de vencer la tentación. Especialmente nosotros que conocemos a Jesús como el Señor de nuestras vidas, tenemos muchas promesas en la cual podemos descansar. Amados, no os sorprendáis del fuego de prueba que en medio de vosotros ha venido para probaros, como si alguna cosa extraña os estuviera aconteciendo. (1 Pedro 4:12) también Pablo declara, Ustedes no han pasado por ninguna tentación que otros no hayan tenido. Y pueden confiar en Dios, pues él no va a permitir que sufran más tentaciones de las que pueden soportar. Además, cuando vengan las tentaciones, Dios mismo les mostrará cómo vencerlas, y así podrán resistir. (1Co 10:13 BLS) Por ultimo Santiago afirma, Bienaventurado el hombre que persevera bajo la prueba, porque una vez que ha sido aprobado, recibirá la corona de la vida que el Señor ha prometido a los que le aman. (Santiago 1:12) Las pruebas y las tentaciones son parte de la vida, porque como dice la palabra, “no debemos de sorprendernos de las pruebas”, y nos advierte que las tentaciones vendrán, pero nunca olvidemos que Dios está en control de toda situación y que el mismo nos dará la salida juntamente con la tentación. Además tenemos su gloriosa promesa de que el nos dará la corona de la vida por haber resistido la tentación.
Oración:
·
Pedir sabiduría para discernir
las tentaciones.
·
Pedir al Espíritu que te de sabiduría
para evitar lo que te lleva a la tentación.
Si necesitas más
ayuda para vencer el pecado clic en este link:
http://www.slideshare.net/carlosrincon3/venciendo-el-poder-del-pecado
Visite nuestra Iglesia:
(Iglesia, Centro de Vida Victoriosa
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